Acceso a la vivienda: deuda pendiente de Magdalena

A partir del 1° de julio rige la nueva Ley de Alquileres, producto del trabajo de asociaciones de inquilinos, organizaciones de defensa del consumidor y defensorías del Pueblo en todo el país y consensuada con las representaciones del sector inmobiliario. A raíz de esta normativa, Julián Ganon nos brindó su opinión sobre la necesidad de una política sostenida para permitir el acceso a la vivienda en Magdalena.


Por Julián Ganon

El martes 30 de junio se promulgó la nueva Ley de Alquileres. Son muchas las personas de todo el Partido de Magdalena que alquilan mientras sueñan con tener su casa propia, aunque cada vez pareciera más dificil.

Tener la posibilidad de acceder a una vivienda es una de las grandes deudas de nuestra ciudad, la cual no se ha podido solucionar hasta el momento por ningún gobierno. Sobra tierra pero son pocos los que pueden acceder. Este Derecho Humano reconocido en nuestra Constitución Nacional es esencial para poder hacer efectivos otros derechos económicos, sociales y culturales que garantizan una vida digna sin estar atado de manera perpetua a la incertidumbre del mercado inmobiliario.

Nuestra Municipalidad cuenta con los recursos humanos, técnicos y financieros para elaborar un plan que haga posible el sueño de que tod@s los vecinos y las vecinas de Magdalena puedan vivir en condiciones de seguridad, paz y dignidad en un lugar propio.

Es necesario elaborar un programa a largo plazo que acompañe el crecimiento poblacional con una expansión territorial planificada y que brinde posibilidades reales de acceso a la vivienda. Municipios de todo el mundo han avanzado en la solución de estos problemas combinando nuevos sistemas de construcción que permiten abaratar los costos produciendo en cantidad con mecanismos financieros que hacen sustentable económicamente el proyecto.

Debemos construir una ciudad equitativa que asuma el compromiso de planificar la división de la tierra y  el acceso a la vivienda con perspectiva de justicia social, temas que al ser ignorados por los distintos gobiernos de turno son organizados por el mercado inmobiliario que solo persigue una ganancia económica dejando afuera a cientos de familias que ven frustradas sus posibilidades de desarrollo.

Es tiempo de terminar con esta injusticia asumiendo el problema para poder solucionarlo.

Necesitamos enfrentar el pos pandemia multiplicando oportunidades y eso exige la capacidad de innovar para obtener un cambio en la visión de las prioridades habituales del gobierno y así poder terminar de una vez y para siempre con esta inmoralidad que condena el futuro de nuestra localidad.