La triste imagen de una banca vacía

Por Vicente Pérez *

En general, los hombres y mujeres que nos dedicamos a la cuestión pública, que nos sometemos al escrutinio de nuestros vecinos, que elegimos representar los deseos y las esperanzas de todo un pueblo; sabemos que esas personas nos demandan una serie de características personales que, a veces, se ajustan a lo esperado y otras veces resultan más complejas.

Los motivos para que esto pase pueden ser diversos pero lo cierto es que, aunque tratemos de disfrazarlos con discursos grandilocuentes, los resultados por lo general, y más en este momento con las redes sociales como protagonistas, saltan casi inmediatamente a la vista: una foto, un videíto, un posteo y nuestra conducta pública ya está a la vista de todos.

Definitivamente me atrevo a decirlo y siento que me asiste el derecho de alzar la voz en contra de este tipo de decisiones que dañan la imagen de todos los que nos dedicamos a la política.

Con mi presencia como ciudadano de a pie en el recinto, para participar de un acontecimiento de alta significación para la vida ciudadana y la democracia, puedo demostrar que es posible disentir con responsabilidad y con la intención de ofrecer diversos puntos de vista y abordajes a la misma situación.

Por otro lado, también creo que es un acto de responsabilidad de mi parte poner la cuestión en debate y que llegue a consideración de todos los vecinos (pertenezco a una familia de raigambre rural y sé que esa gente se encuentra postergada en el conocimiento de la cosa pública).

Por todo esto insto a cada uno a honrar los cargos a los que se accede a través del voto de la gente con una actitud responsable y la vocación de servicio que esa misma gente nos demanda.


*Vicente Pérez es referente de Hacemos Magdalena – PRO – Juntos
La publicación de esta columna de opinión ha sido solicitada por el autor a este medio, que está abierto a todas las expresiones democráticas.