Emergencia ambiental en Perú por un derrame similar al de Magdalena en 1999

Perú declaró este sábado «emergencia ambiental» por 90 días a la zona costera dañada por el derrame de 6.000 barriles de crudo hace una semana en medio del oleaje causado, según aducen, por la erupción volcánica en Tonga. Con esta medida, el gobierno prevé un «manejo sostenible de los territorios afectados», con las respectivas «labores de recuperación y remediación» para mitigar la contaminación. El derrame en Perú se produjo el sábado 15 de enero, el mismo día en que se cumplían 23 años del derrame de petróleo en la costa bonaerense de Magdalena, producido por la colisión de un buque cisterna de la empresa Shell con otra embarcación portacontenedores. Magdalena aun espera el pago de 10 millones de dólares, producto del acuerdo al que llegó con Shell en 2009 y que la empresa de origen anglo-holandés aun no desembolsó.

El Ministerio del Ambiente justificó la «emergencia» en que el vertido «constituye un evento súbito y de impacto significativo sobre el ecosistema marino costero de alta diversidad biológica» así como «un alto riesgo para la salud pública».

La declaración de emergencia indica que la ejecución del plan de acción inmediato y de corto plazo está a cargo de la petrolera española Repsol, propietaria del terminal de la Refinería La Pampilla, ubicada en el distrito Ventanilla de la provincia del Callao, aledaña a Lima, donde se produjo el desastre, señaló un despacho de la agencia AFP.

El gobierno peruano dio a Repsol un cronograma de 10 días para cumplir con todas las acciones de limpieza y descontaminación.

El derrame ocurrió el sábado 15 de enero durante el proceso de descarga del buque «Mare Doricum», de bandera italiana y cargado con 965.000 barriles de crudo.

Según la empresa española, el vertido se produjo en medio de un oleaje anómalo causado por la erupción volcánica en Tonga.

Repsol afirma no tener responsabilidad en el incidente, pues las autoridades marítimas peruanas no emitieron alertas sobre un posible incremento del oleaje por la erupción.

Perú exigió el miércoles pasado a Repsol «resarcir» los daños por el derrame de los 6.000 barriles de crudo.

Según los análisis de las autoridades, el petróleo derramado se desplaza con la corriente marina en dirección norte.

En efecto, el crudo ya se expandió a lo largo de la costa a más de 40 kilómetros de la refinería, causando la muerte de diversas especies marinas y afectando a 21 playas, según el Ministerio de Salud, que recomendó a la gente no acudir a ellas pues tienen calificación «no saludable».

Asimismo, está afectada la zona Islotes Grupo de Pescadores, que pertenece a la Reserva Nacional del Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, «en 512 hectáreas aproximadamente», así como a la Zona Reservada Ancón «en 1.758 hectáreas».

La empresa española informó este sábado que ya se retiraron 2.384 metros cúbicos «de arena comprometida» en el operativo de limpieza en el cual participan más de 1.350 personas, en las zonas marinas y terrestres contaminadas, incluyendo 14 playas.

La AFP constató que en la playa Cavero, en Ventanilla, brigadas de trabajadores de la empresa Ambipar, contratada por Repsol, hacen la limpieza de peñascos impregnados de crudo con paños que absorben el hidrocarburo pero no el agua.

Según la petrolera, se han empleado 90 maquinarias en la zona comprometida, «entre las que se incluyen 46 vehículos pesados en tierra y 13 embarcaciones mayores», así como «7 skimmers (máquinas de limpieza marina), 6 tanques flotantes, 3 tanques de recuperación y más de 2.500 metros de barrera de contención», esperando duplicar la cantidad de barreras «en los próximos días».

Repsol asegura que «está desplegando todos los esfuerzos para responder a la remediación del derrame».

Durante la semana hubo varias protestas de pescadores y pobladores de Ventanilla, preocupados por la imposibilidad de desarrollar la pesca o mantener negocios turísticos como restaurantes, ante las playas cerradas por la emergencia.

Como en Magdalena, Buenos Aires, 1999

La catástrofe ambiental en la costa peruana se produjo exactamente a 23 años del desastre causado por un barco petrolero de la empresa Shell en la costa rioplatense de Magdalena, el 15 de enero de 1999. Al igual que en el país andino, en aquella ocasión la marea y la sudestada llevaron el crudo a las costas de esta localidad bonaerense, introduciéndolo más de un kilómetro por los arroyos y cañadas del humedal ribereño.

El municipio de Magdalena aun espera el desembolso del acuerdo firmado en 2009 con la petrolera anglo-holandesa, por 10 millones de dólares. El desastre de Magdalena fue el derrame más grande de petróleo en aguas dulces de la historia.

Fuente: Télam