Seguir adelante, Juntos a la par

Sergio Lassus y Lorena Ferreyra tienen un emprendimiento de transporte escolar con base en la localidad bonaerense de Bartolomé Bavio, partido de Magdalena. Desde que comenzó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, a causa de la pandemia de Covid-19, el trabajo de la pequeña empresita familiar se paró completamente y empezaron las dificultades para sostener la economía hogareña, que incluye a cuatro hijos y un adulto mayor. La situación de Sergio y Lorena es compartida por miles de pequeños emprendedores y trabajadores por cuenta propia en todo el país y por eso InformadorMgd quiso contar con su relato.


No es casual que hayan elegido el título de una canción romántica popularizada por Pappo para bautizar su miniempresa familiar en la localidad bonaerense de Bartolomé Bavio. Desde hace muchos años Sergio y Lorena van Juntos a la par.

Cuando hace poco más de cuatro años él perdió su trabajo en La Plata como empleado municipal contratado y se quedó en la calle sin indemnización, debieron poner lo poco que tenían y pedir un crédito en el banco para iniciar una nueva fuente de ingresos para sostener a la familia.

Primero con un micro usado, después con otro un poquito más nuevo y luego con otro más, reinvirtiendo cada peso que entraba, fueron creciendo en capital de trabajo con un emprendimiento de transporte escolar y viajes de alquiler, pero siempre al día en lo que refiere a la plata para vivir.

Hasta que llegó marzo de 2020 con su pandemia de coronavirus. De la noche a la mañana no hubo más trabajo y tampoco pudieron acceder a ninguna ayuda desde el Estado. En una casa en la que nunca había sobrado nada, pero donde tampoco faltó lo básico para vivir dignamente, empezó a faltar el pan y hubo que, casi, salir a pedir para comer.

El caso de Sergio y Lorena no es aislado, son cientos de miles, quizás millones, las familias trabajadoras, emprendedores y cuentapropistas que están pasando por la misma situación. InformadorMgd se contactó con Sergio Lassus para escuchar su relato, que a la vez que un caso particular también es una foto de época.

Le he pedido tanto a Dios que al final oyó mi voz

Nosotros somos de Bartolomé Bavio, vivimos al lado del Cuartel de Bomberos. El 23 de diciembre del 2019 se cumplieron cuatro años desde que empezamos con este sueño, en realidad un sueño mío ya que siempre fui chofer para otras personas.

En realidad decidimos arrancar con esto por fuerza mayor. En su momento yo trabajaba en la Municipalidad de La Plata y con el cambio de gobierno de Bruera a Garro se desafectó, en realidad Garro cerró, la oficina de desagües pluviales. Una de las respuestas de Garro fue que éramos inoperantes, que era innecesaria, la cerró.

No tuve indemnización alguna, porque dio por finalizados los contratos y quedé en la calle. En ese momento teníamos un autito bastante nuevo y mi señora que es enfermera del Hospital de Niños sacó un crédito, pudimos comprar uno de los colectivos, un Deutz modelo 93.

Obviamente no teníamos espalda financiera alguna y ese micro, por desconocer nosotros, vino totalemente gastado. Quedamos muy mal parados. Con el transcurrir de los años no bajamos los brazos, seguimos luchando.

Hoy poseemos tres unidades modelo 2008. Hay un coche Mercedes Benz con carrocería Italbus, al que unos días antes que decreten la pandemia se le rompió el motor. Me quedó parte del motor en la rectificadora y otra parte tengo yo. Sin poder arreglarlo por el tema del aislamiento. Después poseemos un Puma Tatsa 2008 y un Agrale MT12 2008. Nosotros tenemos los coches habilitados como transporte escolar. Los papeles del Agrale y del Puma están metidos en Provincia a la espera de las habilitaciones.

Cuando empezó el aislamiento social con mi señora pensamos no iba a ser muy largo. Quedamos totalmente parados de trabajo. Tenemos un recorrido escolar de la Escuela Agraria Lucio V. Mansillla, hacemos Berisso y Ensenada.

Tuvimos una semana o dos de clases porque se cortaron enseguida de haber empezado. Veníamos de los meses bravos del verano, que nos defendimos haciendo viajes hacia la costa atlántica.

Ofrecí mis servicios para trasladar gente para el municipio. La única respuesta que tuve fue de Lisandro Hourcade, que se acercó a mi casa en los días posteriores al ofrecimiento para agradecerme.

Mi señora está sin poder ir a trabajar porque no poseemos medio de movilidad familiar. En uno de los micros para ir a La Plata y volver estamos hablando de 1500 pesos de combustible aproximadamente, según a qué parte de La Plata vayas. Al no haber transporte público no puede viajar. Está en riesgo su puesto laboral, ya que tampoco podemos pagar un remís.

El honor no lo perdí, es el héroe que hay en mí

En un momento estuvimos con una comida al día, mi familia está compuesta por 7 personas, donde hay un adulto mayor de 72 años, mi suegro; mi señora; mi hijo de 19; mi hijo de 9, que es discapacitado; mi hijo de 5 años y mi hijo de 3.

A la noche los tres más pequeños cenaban, nosotros almorzábamos o cenábamos, esa es la realidad. Mayormente son las veces que almorzamos. Tratamos de hacer el IFE y no me lo otorgaron.

Por suerte hubo solidaridad, tengo que destacar que desde el jardín de infantes, el mes pasado y este mes mandaron un bolsón de comida por cada nene. Fideos, arroz, lentejas, puré de tomate, galletitas, leche. Desde la Escuela 16, de otro de mis nenes, también mandaron bolsones este mes y el anterior.

No tengo propiedad alguna a mi nombre, los colectivos están a nombre de mi señora igual que las habilitaciones. Obviamente esto nos acarrea un montón de inconvenientes. Lo que es el monotributo sigue corriendo. Por los créditos te llaman los bancos para preguntar cuándo vamos a abonar y yo les respondo que por el momento no puedo porque estoy sin trabajo y esto no se sabe cuándo se va a reactivar, y me dicen que corren los punitorios.

Los colectivos parados igual acarrean gastos. Los seguros los dí de baja porque no los puedo pagar, un seguro de un colectivo no es nada barato, estamos hablando de cinco mil pesos por coche.

Un colectivo parado implica evitar que se pudra el gasoil en el tanque, que se tape el sistema de inyección, las cubiertas al no moverse se deforman, las baterías se agotan, las cintas de freno se tienden a pegar, los rulemanes se engranan. Hay un montón de cosas detrás de lo que es tener un colectivo y es mayor el deterioro estando parado que andando.

Vivimos de lo que es el transporte escolar, de los recorridos diarios; además trabajamos con viajes eventuales de muchas escuelas y jardines de infantes, de Bavio, de Magdalena y también de La Plata.

Además los viajes de turismo. Los traslados de equipos de fútbol infantil y tambien mayores, para los clubes Racing de Bavio, el Sport y el Unión y Fuerza de Magdalena, el Toronto de La Plata; hockey de Arturo Seguí; también tenis. Algunos viajes que me pasa algún colega de vez en cuando.

La situación nuestra es desesperante. Y digo desesperante porque pasó que los nenes vinieran y me dijeran “Papá, qué hay para comer” y me ha pasado no tener nada. A mí no me gusta salir a golpear puertas para pedir comida para mis hijos.

A partir de los bolsones que recibimos el tema de la comida diaria se solucionó. Y empezamos con la venta de ropa, estamos vendiendo ropa para nenes y para adultos, con eso venimos tirando.

Pero en lo que es la actividad laboral no hubo ayuda desde el Estado a nivel nacional o provincial para ningún transporte escolar. Hay gente que piensa que porque tenés un colectivo tenés dinero y no es así. Nosotros vivimos al día. Es una situación desesperante pero tratamos de seguir adelante.

Entrevista: JLM