“El Día de Magdalena quizás debiera ser el 24 de junio y no el 20 de noviembre”

Ezequiel Casamiquela presentó a principios de año “Magdalena, el secreto mejor guardado”, un libro que incursiona en la investigación sobre los orígenes de la localidad e incorpora propuestas para la gestión de su rico patrimonio histórico. InformadorMgd lo entrevistó para profundizar sobre su investigación y conocer sus ideas para el desarrollo cultural y turístico local.


Se crió en Magdalena, al igual que su padre y su abuelo. Ezequiel Casamiquela desde chico escuchó las historias de estos territorios, con los años la curiosidad y la obsesión por revelar los misterios de estos pagos se transformó en un sistemático estudio que lo llevó a fatigar libros, documentos y archivos de aquí y allá.

Hace unos años escribió una publicación titulada “Enigmas de la Historia del Partido de Magdalena, los casos de la Reducción Tubichamini y la Guardia Militar de Atalaya”, una primera aproximación para intentar llevar luz sobre más de un siglo y medio de historia de Magdalena que permanece casi en total oscuridad.

En enero de 2020 publicó “Magdalena, el secreto mejor guardado”, libro que fue presentado en el Concejo Deliberante local y en el que profundiza su investigación histórica. Allí también relata la conformación de Amigos del Patrimonio Histórico de Magdalena y propone una serie de ideas para la puesta en valor patrimonial y la gestión cultural y turística.

¿Por qué decidiste escribir un libro sobre la historia de Magdalena?

– Es una cuestión sobre toda mi familia, los Casamiquela. Una de las ramas de los Casamiquela en Argentina se desarrolla en Magdalena, otra en La Plata y otra en la Patagonia, en Río Colorado. El primero que viene a Magdalena, a mediados de 1800, es Giuseppe Casamiquela. Luego nacieron mi bisabueno José, mi abuelo Alfredo, mi papá Roberto, y bueno… acá estoy yo.

Crecí con los cuentos e historias sobre estos territorios. El río, la historia oral transmitida de generación en generación, hablando de los indios Tubichamini, los barcos hundidos y las batallas en las costas de Atalaya, fueron para mí esos cuentos de antes de irme a dormir o esas historias mientras se prendía el fuego para comer un asado. Así que ese fue uno de los porqué me decidí a escribir este libro.

«Después de haber recorrido los archivos de la Provincia, de la Nación, del Ejército, de los Franciscanos y el Archivo de Indias en Sevilla, me lleva a pensar que Magdalena junto con Baradero son los distritos más antiguos de la Provincia de Buenos Aires».

¿Cuál es tu formación en relación a los estudios históricos?

– Bueno, yo soy periodista deportivo y profesor de Ciencias Políticas. Como periodista, el estudio, el análisis gráfico, el análisis de textos, la investigación del porqué de muchas cuestiones, tanto en el ámbito deportivo como en el político y el cultural, fue un aprendizaje que desarrollé.

Después el estudio de Ciencias Políticas me llevó, en lo que hace a los temas históricos, a buscar siempre una segunda visión, no quedarme solamente en el texto frío y detallado de la narración histórica. La política te permite tener un análisis quizás periférico del problema histórico general y eso me llevó a profundizar un poquito más la lectura y acceder a libros o textos sobre la historia de Magdalena.

A través de estas dos carreras tengo un conocimiento metodológico de investigación y esto me permitió producir este libro.

¿Por qué sostenés que Magdalena es quizás el pueblo más antiguo de la provincia de Buenos Aires?

Después de haber leído y recorrido los archivos de la Provincia de Buenos Aires, de la Nación, del Ejército Argentino, de los Franciscanos y por último el Archivo de Indias en Sevilla, España; me lleva a pensar que Magdalena junto con Baradero son los distritos más antiguos de la Provincia de Buenos Aires.

Magdalena un mes más antiguo, porque su reducción Franciscana de Tubichamini fue iniciada el 24 de junio de 1615 y la de Baradero el 26 de julio de 1615. Por lo que nosotros estamos un poquito más de un mes antes que Baradero.

¿Cómo es que pasa esta situación? Bueno, Baradero tuvo una investigación arqueológica que permitió encontrar los restos, cosa que no tuvimos hasta el día de hoy en Magdalena.

Hay documentos y registros que determinaban dónde estaba asentada y producto de esos documentos se buscó la reducción en Baradero y se encontraron los restos de ella.

No es el caso de la de los tubichamini, que hasta el momento y por lo que yo pude encontrar no se da un lugar exacto. Por eso yo planteo en mi libro una hipótesis, que la ubica cercana a la costa del Río de la Plata, entre el arroyo Tubichaminí o Espinillo y el arroyo Buñirigo de Atalaya. Dentro de esa franja, en un sector en particular, estaban asentados.

Pero al mismo tiempo, por su condición de nómades, esta gente se trasladaba según la época del año y se ubicaba a la vera de lo que hoy llamamos la Laguna de Bavio, en la parte alta de la Cañana de Arregui.

Obviamente hasta que no haya una investigación arqueológica es un poco difícil decir exactamente dónde estaba, pero sí que la reducción es anterior a la de Baradero y tiene la misma ordenanza de Hernandarias, que para Baradero es su fundador. Si cualquiera se pone a leer los orígenes de ese partido va a ver que su fundador es Hernandarias, Hernando de Arias.

«El potencial de ser la localidad más antigua de la Provincia de Buenos Aires tiene una proyección turística única, diferente de las demás localidades bonaerenses».

¿A qué creés que se debe la negativa o falta de motivación por disputar ese lugar histórico?

– Yo veo varios factores, voy a tratar de resumir en los que creo son los más importantes. El primero creo que es producto de los materiales, los documentos, los libros que hemos leído, la producción bibliográfica que está al alcance del vecino y que si hacemos un recorrido por todas estas producciones vamos a ver que ninguna puede determinar exactamente dónde estaba ubicada la reducción y qué actividades desarrolló concretamente, entonces ahí tenemos un obstáculo.

El que sí logra profundizar es César García Belsunce, que a través de su investigación en el Archivo General de la Nación, logra dar con documentación sobre censos en esta reducción, cantidad de indios, cuántas mujeres, cuántos hombres, cuántos niños, edades. Entonces logra presentar un estudio pormenorizado e inclusive arriesga un lugar en el territorio.

Otro de los factores que veo es la falta de conocimiento de la sociedad, de los vecinos. Mejor dicho, de parte de la sociedad, porque hay mucha gente que está decidida a cambiar todo esto. Hay que expandir el conocimiento y hacerlo mancomunadamente.

Pero el surgimiento como comunidad, como localidad, como en todo pequeño pueblo es dificultoso conversarlo y llegar a un acuerdo. Hay que pensar que estamos celebrando como origen de Magdalena lo que son las fiestas patronales, en teoría en cada noviembre desde 1776, y eso es producto de una ordenanza que acordaron los concejales que por unanimidad determinaron esa fecha como punto de partida.

Ahora, yo me pregunto: ¿y desde 1775 hacia 1615?, ¿qué hacemos con esos 160 años de historia, de encuentros, de desencuentros, de producción económica, de defensa territorial?

Son muchísimas las cuestiones que no podemos obviar y que en algún momento alguna generación va a tener que decir: Bueno, está bien, tenemos 1776 como punto de partida, pongámonos a estudiar fuertemente qué hacemos con los 160 años anteriores, vayamos a todos los archivos que hay que ir, exijámosle a la Provincia de Buenos Aires a través de la Dirección de Patrimonio Histórico que se haga definitivamente una investigación arqueológica buscando la Reducción Tubichamini y las tres Guardias Militares que tuvo Atalaya que son el punto de partida de nuestra localidad.

«Es obligación de todos insistir en que la política cultural y la historia sean un eje de gobierno, de esta administración como de las que van a venir en un futuro».

¿Es decir que el Día de Magdalena debería celebrarse el 24 de junio?

– Puede ser, quizás el Día de Magdalena debiera ser el 24 de junio y no el 20 de noviembre. Si algún día la Dirección de Patrimonio de la Provincia se digna a buscarla, y se encuentran los restos arqueológicos, ahí sí se podría rever la fecha fundacional.

¿Qué implicaría demostrar que Magdalena nació en 1615?

– Además de la cuestión de la veracidad histórica, el potencial de ser la localidad más antigua de la Provincia de Buenos Aires tiene una proyección turística única, diferente de las demás localidades bonaerenses.

Se podría interactuar con la Municipalidad de Baradero, en la parte de cultura y turismo, y ofrecer un concepto turístico que hoy no tenemos. Baradero sí lo tiene, pero en conjunto, en una forma bilateral, hoy no existe. Y Magdalena con el agravante de que directamente no lo tiene como tal. Magdalena no tiene este lugar histórico ni siquiera encontrado.

Y más en este momento, pensando en la postpandemia. Lo que va a tener un fuerte auge, por lo menos durante un par de años, va a ser el turismo local y regional. Con esa visión tendríamos que estar pensando que a partir de enero de 2021 Magdalena tiene que estar lista y preparada para encarar ese momento.

Porque va a ser una fuente de ingresos la industria del turismo, que si estamos bien coordinados puede ser un paliativo enorme para las arcas municipales. Pero esto lo tiene que entender la sociedad en su conjunto, el sector del comercio, de los servicios, los especialistas en turismo y sobre todo los dirigentes políticos.

Los partidos políticos en Magdalena tienen que estar decididos a darle una transformación estratégica al distrito buscando nuevos recursos y generación de empleo. Es la única posibilidad, por lo menos a corto y mediano plazo, para que Magdalena tenga un respiro en sus cuentas fiscales.

¿Qué es la Asociación de Amigos del Patrimonio Histórico de Magdalena?

– La Asociación Amigos del Patrimonio Histórico es una entidad sin fines de lucro, hoy constituída por alrededor de 50 vecinos del distrito. Tenemos socios de Magdalena, Atalaya, Payró, Bavio y va en constante crecimiento.

El objetivo es conservar y potenciar el enorme patrimonio histórico y cultural que tenemos. Hoy su máximo logro fue la redacción de la ordenanza 3666 que fue aprobada en octubre de 2019, que crea la Comisión de Patrimonio Histórico del Partido de Magdalena. Esta comisión ya debería estar constituida porque solamente falta que el Concejo Deliberante nombre a los cuatro concejales que la van a integrar y el Consejo Escolar designe a los dos consejeros, a estos funcionarios se le debe agregar el Director de Cultura porque el área estará bajo su conducción.

La Asociación también tuvo acciones destacadas en otros ámbitos. Entre ellas, a través de uno de sus integrantes, Marcelo Pernigotti, se restauró en el año 2018 el reloj histórico de la torre de la iglesia frente a la Plaza Mitre. Estamos todavía en trabajo con este reloj, porque Marcelo está dándole forma a una pieza de la máquina y prontamente ya estará nuevamente en funcionamiento.

«No hay mejor momento histórico que este como para guardar en un documento lo que significó esta pandemia, que va a ser vista en el futuro como una bisagra en muchísimo aspectos, no sólo de la vida cotidiana sino en lo social y económico, tanto a nivel local como global».

No existe ningún archivo público de diarios o periódicos que se editaron en Magdalena a lo largo de su historia, en la Biblioteca pública tan sólo hay algunos ejemplares de periódicos de los últimos 20 años; en la Biblioteca de la UNLP, en la de la Legislatura bonaerense y en el archivo histórico provincial tampoco hay publicaciones de Magdalena ¿no creés que hay una falta de consideración como patrimonio histórico a todo lo que son archivos documentales de nuestro pueblo?

– A ver, todo lo histórico, todo lo viejo en forma de archivos gráficos tiene una desconsideración no solamente en Magdalena sino también en muchísimas localidades de nuestro país. Hoy lo que está creciendo fuertemente es la protección de los archivos de las localidades, pero es muy complejo cuidar archivos del 1700, del 1800, del 1900, si no hay un interés profundo en buscar y preservar las raíces. En nuestro caso, en Magdalena, una cosa está atada con la otra.

Pero igualmente hay personas, fundamentalmente en nuestra biblioteca municipal, donde los empleados han hecho un trabajo muy bueno, me consta. Si bien la documentación que tienen no es un gran archivo, pero lo que tienen lo han rescatado, lo han revalorizado, lo cuidan y está al servicio de todos los vecinos.

Lo mismo ha ocurrido con las dos personas que estaban hasta hace poco en el Museo del Centro Cultural Abel Barragán, que llevaron adelante el cuidado de las piezas históricas que hoy tiene ese sitio y que gracias a ellas podemos tenerlas al alcance para verlas, disfrutarlas y conocerlas.

Ahora, es fundamental el rol de las autoridades municipales, que deben hacer eje en este aspecto cultural de Magdalena. Si bien estamos en un momento de muchísima complejidad como para estar pensando en archivos históricos y cuestiones de este tipo, esto es un error garrafal.

No hay mejor momento histórico que este como para guardar en un documento lo que significó esta pandemia, que va a ser vista en el futuro como una bisagra en muchísimo aspectos no sólo de la vida cotidiana sino en lo social y económico, tanto a nivel local como global.

Los grandes archivos son públicos desde hace no mucho tiempo. Antes para ir a un archivo como el de la Nación tenías que mandar una carta, pedir permiso, si no eras un destacado autor o un reconocido historiador o un científico no podías pisar estas salas de consulta de documentos. Estaba acotado a unos pocos nombres y apellidos, punto.

Hoy el acceso a la información pública ha permitido que cualquier persona pueda vistar los archivos, por lo tanto es una evolución social en el marco del sistema democrático que tenemos en nuestro país.

Conocer nuestros orígenes, conocer la información, hoy está al alcance de cualquier persona,  es muy positivo y hay que darle un valor. En el caso de Magdalena no se puede valorar lo que no se conoce, por lo tanto es obligación de todos insistir en que la política cultural y la historia sean un eje de gobierno, de esta administración como de las que van a venir en un futuro.


Entrevista: José Luis Meirás