Manuel Bertoldi, el ingeniero agrónomo y docente de la UNLP que asesora a la Cooperativa Agropecuaria Samborombón de Punta Indio habló con InformadorMgD sobre el proyecto que busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores rurales, generar el arraigo rural y producir alimentos sanos y baratos para la población. También se refirió a las versiones falsas y maliciosas que hablan de que «vienen a tomar tierras» y al supuesto vínculo con el dirigente social Juan Grabois.
Por Laura Acosta
Manuel Bertoldi es ingeniero agrónomo, tiene 40 años y vive en La Plata. Toda su vida trabajó en la zona de La Viruta, partido de Punta Indio, donde desde hace 33 años su padre tiene «Las crías», un campo de 120 hectáreas. Ahí conoció a «los chicos que trabajan en la zona» -los define- haciendo referencia a los trabajadores rurales que formalmente se nuclearon en la Cooperativa Agropecuaria de la Cuenca del Samborormbón, a la cual el Concejo Deliberante acaba de asignarle 20 de las 30 hectáreas de la Zona Industrial Planificada que la Comuna tiene sobre la ruta 36.
Ahí van a desarrollar un proyecto que prevé una inversión de 20 millones de pesos (los recursos llegan desde la Nación, sin pasar por el Municipio) para hacer horticultura, cría de ponedoras y alimentos forrajeros para abastecer a toda la región de gallinas y de huevos que no sólo beneficiará a los integrantes de la cooperativa, sino además a otros productores y vecinos que podrán comprar verdura, gallinas y huevos a precios mucho más accesibles que ahora.
«Todos los veranos, toda mi infancia la pasé ahí; me iba a pescar con los chicos que tienen mi edad y ahora trabajan en los diferentes campos de ahí. Muchos de ellos, trabajadores de la zona, ordeñan algunas vacas y hacen masa para completar el sueldo, porque muchas veces llegan con lo justo; y esa masa se vende«, relata el profesional quien les dio una mano inmensa para plasmar el proyecto y ver cómo articularlo con los organismos gubernamentales que podrían ayudarlos a desarrollarse.
Con la llegada de la pandemia la entrega de la masa se suspendió y empezaron a ver la posibilidad de hacer queso «para que no se eche a perder esa masa«. Y ese queso se empezó a vender en La Plata. Y eso les mejoró el precio, la rentabilidad y el volumen de producción. «De hecho estamos haciendo cada vez más queso. A raíz de eso nos empezamos a reunir desde abril-mayo, también con el asesoramiento de Lisandro, que es un compañero médico veterinario que trabaja en el INTA que desde hace un tiempo también trabaja con familias productoras del CEPT de Payró«, detalla Bertoldi.
Una de las ventajas de sus vínculos (milita en la agrupación Patria Grande) es que Bertoldi sabe de la existencia del IPAF (Instituto de Investigación para la Pequeña Agricultura Familiar): un organismo destinado al desarrollo de técnicas y metodologías destinadas a aumentar el rendimiento de la actividad agrícola en reducidas extensiones. Por eso los ayudó además a gestionar una ensachetadora para envasar la leche que obtienen.
IMgd: -Ese fue el puntapié inicial.
Manuel Bertoldi: – A partir de eso empezamos a ver qué otras posibilidades de desarrollar proyectos que apunten a mejorar la calidad de vida de la gente de la zona, y en diálogo con la Municipalidad de Punta Indio surgió lo del predio.
IMgd: -Te referís a las 30 hectáreas que eran de la familia Gándara que hace veinte años quedaron para el Estado Municipal y se destinaron como Zona Industrial Planificada.
MB: –Nosotros sabíamos de hace bastante tiempo de esas hectáreas, abandonadas desde hace veinte años, que no estaban en ningún tipo de uso y entonces presentamos un proyecto para poder utilizar desde este proceso que se venía construyendo con la Cooperativa Agropecuaria del Samborombón, esas treinta hectáreas. El Municipio nos dijo que sean veinte, nos pareció bien, para lograr generar arraigo rural, porque lo que pasa muchas veces acá en la zona es que vienen los trabajadores y por desacuerdo con los dueños de los campos se quedan sin trabajo y terminan en pampa y la vía, y este proyecto les permitiría tener algo propio. El otro objetivo es mejorar la calidad de vida de las familias rurales de la zona y el tercer objetivo es abastecer con alimentos sanos y a bajo costo a la comunidad en general de Punta Indio y Magdalena.
IMgd: -¿Cuántas familias o personas están ya trabajando comprometidamente con el proyecto?
MB: –De forma directa están participando de la cooperativa entre 30 y 40 personas, varias del mismo núcleo familiar. En el proyecto, en el predio nosotros calculamos que van a trabajar unas cinco familias, pero el proyecto va a beneficiar a unas 150, 170 familias, porque hay tres módulos: el primero que se va a ejecutar es el módulo avícola, que es el centro de multiplicación de planteles de gallinas ponedoras; y si las cosas se hacen más o menos bien, calculamos que vamos a poder estar en condiciones de garantizar entre 35 y 40 mil gallinas ponedoras por año.
IMgd: -¿Y eso ayudaría a esta región?
MB: –En la zona hay una escasez bastante grande de planteles de ponedoras porque hoy en la provincia de Buenos Aires los dos únicos centros multiplicadores de gallinas ponedoras están en Mar del Plata y en el INTA de Pergamino, que son los que venden planteles al público. Entonces calculamos que armamos planteles de entre 100 y 200 gallinas estamos en condiciones de abastecer con planteles de ponedoras a alrededor de 170 ó 180 productores en la zona. Luego esos planteles que distribuimos en la zona serán los que produzcan los huevos que después vamos a vender como cooperativa en la región y en una red de comercialización que se llama pueblo a pueblo, con lo que estaríamos abasteciendo de alimentos a bajo costo.
IMgd: -Los huevos que se consumen en Punta Indio al menos vienen de otro lado.
MB: –La región es importadora de huevos. Pero así se producirían acá y los vamos a poder comercializar con los canales que estamos construyendo con la cooperativa, en La Plata y Gran Buenos Aires para abastecer allí la demanda de huevos. Nosotros creemos que va a implicar un ingreso para las familias que se van a abastecer con estos planteles de entre 100 y 200 gallinas de alrededor de 30 mil pesos mensuales. Esos cálculos están hechos y justificados con la gente del INTA, son números totalmente viables e incluso minimizados.
IMgd: -Habrá también un sector destinado a la horticultura.
MB: –El proyecto destina 11 hectáreas para el sector forrajero, una para el avícola y cuatro para el hortícola. Pensamos en horticultura para abastecer el mercado interno del distrito. Pensamos en el abastecimiento de los locales de venta de verdura, que actualmente compran en el Mercado Central o Regional a 150 y 100 kilómetros respectivamente, lo que hace que los alimentos tengan precios finales altos. Pensamos esos excedentes para la comercialización local mayorista, minorista y el abastecimiento de las dependencias municipales a bajo costo de verdura fresca y de producción agroecológica.
El proyecto que presentó la cooperativa, aún después de su aprobación de la ordenanza en el Concejo Deliberante (que condiciona esa entrega a quienes tengan más de cinco años de residencia en el distrito y establece plazos para la concreción de las etapas) ha generado mucho revuelo en las redes sociales, comentarios hasta incluso en el seno de la sesión y hasta especulaciones que vinculan a esta propuesta virutense con el desembarco de movimientos sociales para quedarse con la tierra. Tampoco faltaron las aseveraciones diciendo que la Municipalidad estaba entregando la tierra a los movimientos sociales.
IMgd: -¿De dónde surge esto?
MB: –Acá hay malas intenciones realmente, porque ayer escuchaba un programa radial de Verónica donde se nombraba a quienes integran hoy la cooperativa, a sus principales autoridades certificando que se trata de gente de la zona. Todos los integrantes de la cooperativa son gente de la zona, lo que pasa es que desde la cooperativa lo que hicimos fueron gestiones a nivel nacional para garantizar los recursos necesarios para llevar adelante el proyecto. Pero lo que yo creo que pasa es que hay malas intenciones de los concejales que no quisieron aprobar el proyecto, de hecho una concejala se levantó y se retiró de la sesión porque lo que estamos discutiendo es una cuestión medular: cuáles son las posibilidades que se le da a la gente que todos los días trabaja en los campos para que pueda desarrollar proyectos propios. Y cuando nos ponemos a discutir eso se extreman posiciones.
IMgd: -Por un lado está la gente de acá, están las gestiones ¿qué tendría de malo que exista un vínculo con Juan Grabois?
MB: –Yo creo que nada. Me parece que tratan de estigmatizar políticamente la propuesta. Quieren confundir de forma malintencionada esa vinculación de las tomas que están sucediendo en el Conurbano con la sesión de estas veinte hectáreas para un proyecto productivo; Grabois no vino nunca a la zona, esto nace de una demanda genuina de los mismos vecinos del municipio, no es que el proyecto se perpetró, se elaboró y se cocinó en Buenos Aires, esto nace en La Viruta y parece que les molesta eso. Por eso yo creo que hay una intención de denostar al proyecto.
IMgd: -¿Por qué?
MB: –Porque para mi en el fondo les molesta que la gente que labura todos los días en los campos pueda desarrollar proyectos autogestivos, propios, donde ellos puedan tomar sus propias decisiones. Y eso es muy profundo, me parece a mi, porque muchos de los que están en contra son los dueños de los campos de la zona, y esta es una cooperativa integrada por familias de trabajadores rurales de la zona, entonces es algo para mi bastante profundo.
IMgd: -Cuando el estado le cedió predios del Parque Industrial al presidente de la Sociedad Rural no hubo quejas. Incluso se han impulsado proyectos de gente que viene de afuera para que les den la tierra…En este caso hablamos de trabajadores de Punta Indio.
MB: –Por eso te digo que me parece que lo que molesta es que la gente de abajo, al laburante pueda pensar un proyecto que les de autonomía, capacidad de pensar un futuro por ellos mismos. Hay gente que dice cualquier cosa, embarran mucho la cancha y no es justo.
IMgd: -¿Cómo sigue esto?
MB: –Vamos a seguir con esto, porque además no es nada secreto, tuvimos dos reuniones en La Viruta con los concejales de Juntos por el Cambio donde incluso nos hicieron sugerencias al proyecto que las tomamos y las incorporamos; pero debo decir que en esos encuentros ya veíamos que estaban buscando el pelo al huevo, digamos. De todos modos tenemos la certificación del INAES sobre nuestra cooperativa aprobada y seguiremos avanzando, porque más allá de lo que digan en las redes la realidad es que hay familias de la zona que quieren encarar un proyecto productivo que va a beneficiar a toda la comunidad.