Decenas de magdalenenses, respetando las medidas de distanciamiento social y prevención sanitaria, salieron a disfrutar de un Día de la Independencia fresco y soleado en la costa del Río de la Plata, en la primer jornada de apertura del Balneario Municipal luego de 110 días en los que este centro recreativo permaneció cerrado al público a raíz del decreto de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio por la pandemia de Covid-19.
De a dos personas, caminando o en bicicletas, o en reducidos grupos familiares a bordo de automóviles, vecinas y vecinos de Magdalena salieron hoy a disfrutar de un hermoso día invernal luego de las medidas de flexibilización dispuestas ayer por el gobierno municipal en el marco del Distanciamiento Social que sigue exigiendo la emergencia sanitaria por el Covid-19, pues aunque no hay circulación comunitaria del virus, de todos depende que esto siga siendo así.
En el Río las polémicas vallas que impedían el paso «a toda persona que no viva en el Balneario» se abrieron hoy por la mañana para permitir el acceso a decenas de personas residentes en Magdalena que disfrutaron con una responsabilidad ejemplar su primer paseo al aire libre en casi cuatro meses. La llegada de público fue discreta pero se notó luego de todo un excepcionalmente hermoso otoño con el balneario desierto, podría decirse que no hubo aluvión, pero sí «alivión» de gente.
Si bien las medidas de flexibilzación incluyeron a la pesca deportiva y recreativa (desde la orilla), una pronunciada bajante del río imposibilitó sacar sus cañas y líneas a muchos que ya venía preparados, aunque el bello día y la posibilidad de mirar un horizonte despejado no dejó decepcionado a nadie.
Sin dudas hoy fue un día muy saludable para muchas y muchos que necesitaban un poco de aire libre y que a la distancia se saludaban, casi sorprendidos por no sentirse violando una norma luego de tantos días de restricción de movimientos, repitiendo cada vez: «¡A seguirse cuidando, vecina!», «¡Para poder seguir disfrutando de esto sigamos cuidándonos, nos vemos, vecino!».