Finalmente el marcador anotó 1. Luego del domingo pasado la placa diaria de monitoreo de los casos de Covid-19 en el distrito cambió el habitual 0 por un 1 y la ya rutinaria frase del comunicado oficial de cada mediodía («La Municipalidad de Magdalena informa que al día de la fecha NO HAY CASOS de CORONAVIRUS»), dejó de repetirse, al menos por un tiempo. «Ayer se ha registrado el primer caso positivo de coronavirus en el Distrito», decía el comunicado de urgencia que se difundió en la tarde del 14 de junio, cortando la siesta dominguera.
El domingo 14 de junio la confirmación del primer caso de Covid-19 en Magdalena despabiló a una comunidad que, si bien había respetado la normativa dispuesta para prevenir el contagio masivo del virus, empezaba a mostrar hastío luego de casi tres meses de Aislamiento Social y cierta displicencia ante las precauciones que debían respetarse.
«La Municipalidad de Magdalena informa que en el día de ayer se ha registrado el primer caso positivo de coronavirus en el Distrito», decía el texto difundido de urgencia luego de las 15 horas. Cuando el comunicado oficial confirmó lo que se esperaba de un momento a otro, comenzaron los rumores, las sospechas, las conjeturas, los escraches y el miedo entre las y los vecinos. También aparecieron la solidaridad, la discreción respetuosa, la empatía.
Quizás cada uno de nosotros, sin quererlo, saltó de la sospecha a la comprensión, de la bronca a la compasión, es que finalmente se corporizaba el fantasma tan temido y que nos ocupa ininterrumpidamente el bocho desde hace tres meses.
No vale la pena echar culpas ahora, ni hacer una caza de brujas, aunque sí sirve analizar qué pasó, tener en cuenta que existen protocolos a respetar y volver sobre las prevenciones.
Ante la duda mejor aislarse y consultar a las autoridades sanitarias, también volver a repetir una y otra vez las medidas de higiene, quedarse en casa lo máximo posible, no exponerse. El Covid-19 ya está entre nosotros y de nosotros depende que no se propague.