A 82 días de asumir la presidencia, el presidente realizó el discurso de apertura de la Asamblea Legislativa en el Congreso Nacional. Javier Milei reiteró buena parte de sus consignas habituales y confirmó el rumbo del “cambio”: más ajuste fiscal, reducción de la planta estatal, liberalización de precios y aumento de tarifas, además de reformas laborales regresivas y licuación de jubilaciones.
En su alocución Milei intentó dar un panorama del estado actual de la Nación. Y para justificar su combo de «motosierra» y ajuste de jubilaciones y salarios señaló que recibió el gobierno «con una inflación anual del 17.000 por ciento.
La cifra y la medición es exagerada e irreal, ya que de enero a noviembre del 2023 la suba de precios estuvo llegó a un elevado 142 por ciento, según el Indec que el propio nuevo mandatario destacó como un organismo que funciona de forma transparente, tanto que mantuvo a su presidente en el mismo lugar para empezar su gobierno.
En cuanto a cómo calculó la cifra, el Presidente estipuló que como la inflación mayorista de diciembre fue de 54%, eso se potenciaría que, al cabo de un año, el índice de precios del consumidor quedaría en 17.000%. Lo cual es extraño porque ni siquiera con los valores mayoristas anualizado del 54 mensual -considerando que quede constante- se alcanzaría ese número imaginario.
Pero más llamativo, aún, es que los tiros al pichón de Milei van cambiando de acuerdo a las semanas. Es que al asumir -y durante varias semanas- insistió que la «inflación plantada» era del 15000%. El cálculo también era irrisorio: calculaba los valores anuales del 2023 con una proyección de la relación que dan las reservas con los pasivos del Banco Central. Un rigor metodológico que no compartía ninguna consultora.
Sin embargo a la ya alta inflación generada en el gobierno de Alberto Fernández, en los dos meses que Milei lleva en el Gobierno, sumó el 45% bimensual (25,5 de diciembre y 20,6 en enero). Se trata de los valores más altos desde la hiperinflación de 1991. Sin embargo, para él esas cifras fueron «un numerazo» y hasta dijo que Luis «Toto» Caputo debería ser «llevado en andas» por ello.
Además el presidente Milei anunció en su discurso envío de una serie de leyes para modificar las siguientes cuestiones:
- Eliminación de jubilaciones de privilegio para presidente y vice
- Obligación que que en los sindicatos haya elecciones periódicas, libres y bajo supervisión de justicia electoral. Además se limitarán los mandatos a cuatro año y se permitirá solo una reelección.
- Los convenios por empresa estarán por encima de los convenios colectivos del sector.
- Los políticos condenados por corrupción en segunda instancia no podrán presentarse como candidatos en elecciones nacionales y perderán todo beneficio que tengan por haber sido funcionarios.
- Reducción drástica de la cantidad de contratos de asesores para diputados y senadores
- Descuento de la jornada de sueldo de los empleados públicos que no vayan a trabajar por motivo de un paro.
- Eliminación del financiamiento público de los partidos políticos, que deberán financiarse con aportes voluntarios o de los afiliados.
- Se penalizará en forma imprescriptible al Presidente y a los funcionarios y legisladores que aprueben un Presupuesto que prevea financiar déficit fiscal con emisión monetaria.
Pacto de Mayo
El Presidente además se dirigió a los gobernadores que había agraviado apenas días antes, al invitarlos a firmar un nuevo «pacto fundacional» que siente las bases de «una nueva Argentina». Puso fecha y lugar: 25 de mayo en la Ciudad de Córdoba. Aquí la propuesta:
El Presidente de la Nación, Javier Milei, convoca a las veintitrés provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a firmar el día 25 de mayo del presente año, en la jurisdicción de Córdoba, corazón productivo de nuestra Patria, un acuerdo de diez puntos que reconstituye las Bases de la Argentina.
Estos lineamientos estarán sujetos a la aprobación previa de la presentada “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” y un nuevo pacto fiscal.
1. La inviolabilidad de la propiedad privada.
2. El equilibrio fiscal innegociable.
3. La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno.
4. Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio.
5. La rediscución (sic) de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual.
6. Un compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país.
7. Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal.
8. Una reforma previsional que le dé sustentabilidad al sistema, respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación.
9. Una reforma política estructural que modifique el sistema actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los representados.
10. La apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser una protagonista del mercado global.