El presidente Javier Milei inauguró las sesiones del Congreso con un discurso cargado de críticas y propuestas extremas. Con un auditorio semivacío y casi la mitad de los legisladores ausentes, Milei no mencionó temas clave como la jubilación, la educación, la ciencia o la salud. En su lugar, recurrió a un ataque constante contra «la casta política» y el gobernador Axel Kicillof, mientras anticipaba reformas radicales, como la reforma penal y una drástica modificación del sistema impositivo.
A lo largo de su intervención, celebró los despidos en el Estado, defendió la privatización de sectores clave y destacó su alineación con los Estados Unidos, proponiendo incluso la salida del Mercosur. También, en un tono beligerante, lanzó duras críticas al sistema judicial y sugirió reformas profundas en la justicia penal y migratoria. La presentación, que fue menos conciliatoria y más confrontativa, terminó con un llamado a la resistencia en caso de que su agenda no recibiera el respaldo necesario.
En un país donde los problemas sociales siguen golpeando a los sectores más vulnerables, Milei evitó abordar cuestiones esenciales para la población, como la crisis del sistema previsional o los problemas de infraestructura educativa. En cambio, dedicó largos pasajes a atacar al «régimen kirchnerista», acusando a la “casta política” de ser responsable de la decadencia de Argentina. Este ataque al pasado político fue una constante, pero lo más relevante fue la falta de propuestas concretas para sectores clave como los jubilados, estudiantes y trabajadores de la ciencia.
Uno de los puntos más polémicos fue su defensa a la privatización de empresas estatales, como el caso de YPF, y su propuesta de abrir la economía argentina a una mayor dependencia de los Estados Unidos, sugiriendo que el país debería salir del Mercosur y alinearse más estrechamente con los intereses norteamericanos. Este planteo de un “libre comercio extremo” y su cuestionamiento a los acuerdos regionales fueron interpretados como un peligro para la soberanía nacional.