Intendentes de la región se reunieron con Kicillof tras la soberana promesa del Canal Magdalena

El gobernador Axel Kicillof recibió el viernes 5 de julio a los intendentes de La Plata, Julio Alak; Berisso, Fabián Cagliardi; Ensenada, Mario Secco; Punta Indio, David Angueira; Brandsen, Fernando Raitelli y Magdalena, Lisandro Hourcade. Aunque la agenda abarcaba temas de producción e infraestructura en general, el tema saliente fue el Canal Magdalena.

Nos reunimos con intendentes de la región capital para proyectar avances en materia productiva y de infraestructura con prioridad en la puesta en funcionamiento del Canal Magdalena. La región capital comparte múltiples necesidades e intereses que requieren ser abordados de manera integral”, posteó el mandatario provincial en su cuenta de X.

Por su parte, el intendente radical de Magdalena por Juntos por el Cambio, Lisandro Hourcade, hizo propias las palabras del gobernador en sus redes sociales al difundir también la foto del encuentro.

Los seis municipios representados en la reunión integran la denominada “Región Capital ampliada”, que por sus características conforma una unidad en términos geográficos, económicos, productivos e identitarios.

Finalizada la reunión, el intendente de Berisso, Cagliardi, señaló que se abordó «toda la problemática de la región«, aunque reconoció que el tema del canal fue central en el cónclave.

El alcalde berissense aseguró que «la seguridad es un factor importante, que no siempre se menciona, porque este canal sería doble mano y el de Punta Indio es mano única, eso genera peligro, demoras, porque sólo se puede navegar en un sentido por vez y el otro debe esperar, y encarece. Todos los servicios a los buques se brindarían desde Magdalena y Punta Indio, y eso es trabajo para la gente«.

«Hablamos de continuar el anillo de la ruta 6 hasta cerrarlo completamente, un viejo planteo de Julio Alak. Vimos las opciones de traza, para  unir las rutas 2 y 36 y Berisso y Ensenada sin necesidad de entrar a La Plata y también la obra de la autopista General Perón«, completó Cagliardi.  

El dragado del Canal Magdalena continuaría el trazado del Canal Argentino hacia el sur a partir de El Codillo, permitiendo así la conexión entre el tránsito marítimo y fluvial sin pasar obligadamente por Montevideo, como ocurre en la actualidad. La navegación del Río de la Plata sólo es posible dentro de los canales dragados y mantenidos a tal efecto, debido a la enorme cantidad de material en sedimentación, sus corrientes y mareas.

El Canal Magdalena no se ha construido hasta ahora por el predominio de intereses económicos extranjeros que quieren una Argentina y una provincia de Buenos Aires subordinadas. No es un problema de financiamiento ni de proyectos, sino de vocación, voluntad y coraje: si el Gobierno nacional no lo quiere hacer, nos haremos cargo en la provincia y lo convertiremos en bandera y en lucha por la soberanía nacional”, afirmó Kicillof recientemente.

La obra tiene un presupuesto total estimado de 180 millones de dólares, que en teoría se repagarían solos en corto plazo, por los servicios portuarios que dejarían de abonarse a Montevideo. Tras muchas dilaciones durante el gobierno de Mauricio Macri, la administración del Frente de Todos llegó a redactar los pliegos, pero no a abrir la licitación.

¿Un proyecto para la soberanía y el desarrollo nacional?

Si bien es señalado como un proyecto que fortalecería la soberanía nacional, algunos expertos independientes en industria naval y transporte de cargas, señalan que el proyecto del Canal Magdalena tal como está siendo promocionado, significa crear más infraestructura para el ya extranjerizado sistema de transporte fluvial y marítimo y que profundiza la matriz neocolonial y extractiva.

«Los argentinos perdimos el derecho a la navegación partir de 1991«, señala el ingeniero y exvicepresidente de Astilleros Río Santiago, Angel Cadelli, veterano luchador contra la privatización de la gigante fábrica de barcos de Ensenada, «cuando Carlos Menem cedió la Reserva de Cargas a las transnacionales del transporte mediante el decreto 1772/91, las millones de toneladas de productos agropecuarios y materias primas que se exportan, y los miles de contenedores de manufacturas que se importan, viajan en buques extranjeros. De los U$S 7.000 millones que factura la actividad del flete marítimo ni un solo dólar queda en Argentina«.

«Si la Argentina no fabrica barcos (la industria naval está quebrada o deprimida, Menem también liquidó el Fondo de la Marina Mercante y con él los astilleros), no tiene puertos propios (todos están privatizados), no tiene flota nacional ni legislación naval ¿a quién beneficia este pasaje si nosotros no navegamos?«, pregunta Cadelli y se responde: «el beneficio es para las flotas extranjeras, es decir, las transnacionales de granos y contenedores. El dragado del Canal Magdalena es más negocio para la empresa belga Jan de Nul, los que lo impulsan dicen ser patriotas, pero ni siquiera contemplan la reactivación de la infraestructura existente de dragado y valizamiento nacional«, subraya Cadelli.