El himno antibélico «Solo le pido a Dios», con León Gieco junto a todos los músicos sobre el escenario, puso el broche emotivo al concierto «Malvinas nos une» que en honor a veteranas, veteranos y caídos en Malvinas se celebró en Centro Cultural Kirchner, como cierre de una jornada que se extendió en todo el país en tributo a los excombatientes del Conflicto del Atlántico Sur.
El concierto homenaje que arrancó a las 20 en el Auditorio Nacional del CCK y tuvo transmisión televisiva y a través de plataformas en vivo, reunió a cantantes de diferentes registros, procedencias e identidades para recorrer parte del cancionero forjado alrededor de los avatares, dolores y tragedias de Malvinas.
Ligia Piro, Antonio Birabent, Feli Colina, Dolores Solá y Bruno Arias fueron algunos de los cantantes que pasaron por el escenario del CCK interpretando distintas canciones, acompañados por un grupo musical de guitarra, bajo, piano y batería junto a una orquesta de cámara de cuatro violines, dos violas, dos violoncelos, contrabajo, percusión, flauta, saxo, clarinete, trompeta y corno, con dirección y arreglos de Pablo Salzman y Julián Caeiro.
Además de las canciones, hubo intervenciones poéticas con la lectura de dos textos escritos por excombatientes: «La trinchera de vuelta» de Gustavo Caso Rosendi a cargo de Luisa Kuliok, y «El día después», de Edgardo Esteban, por Juan Palomino.
El concierto arrancó con «Juan López y John Ward», la poesía que Jorge Luis Borges escribió durante la guerra y que en un verso dice «Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen» y siguió con el cantante lírico y excombatiente Darío Volonté interpretando «Aurora», para cerrar de pie con el público cantando con los músicos «Solo le pido a Dios».
En el medio, fueron desfilando los intérpretes que se sumaron a este concierto homenaje: Feli Colina con una bella versión de «Reina Madre», de Raúl Porchetto; Antonio Birabent con la bien rockeada «Señora Violencia e hijos», de Pedro y Pablo; Sebastián Andersen interpretando «La Isla de la Buena Memoria» de Alejandro Lerner, y Dolores Sola con una personal versión de «Héroes de Malvinas» de Ciro y los Persas.
Se trató de una suerte de puesta al día las canciones reunidas bajo el significante Malvinas, creadas algunas en forma directa en relación con la guerra y sus secuelas y heridas y otras alegóricas, que abarcaron los más diversos registros, del folclore, al pop, el rock, lo criollo.
Flor Bobadilla, interpretó, por ejemplo, «La hermanita perdida», de Atahualpa Yupanqui.
Martín Raninqueo (excombatiente mapuche que pidió un aplauso para los excombatientes presentes en la sala y generó el primer quiebre emotivo de la noche) hizo su «Vidala de luz y sombra», que, compuso en un monte de Malvinas, en uno de los viajes de los excombatientes a las islas luego del conflicto bélico.
Bruno Arias, solo con su guitarra, hizo su «Hermanos de Malvinas», en otro momento fuerte del concierto y Maca Mona Mu le puso mucha psicodelia al divertido «El banquete», de Virus.
Shiitstem ofreció una versión rapeada de «No bombardeen Buenos Aires», de Charly García, con inventiva pero menos poderosa que la original, Benito Cerati subió para una transparente interpretación de «Tratame suavemente» de Daniel Melero; y Ligia Piro hizo «Para la vida» de Gieco.
En el cierre, el Coro Nacional de Niñas y Niños hizo con Volonté la «Marcha de Malvinas», para terminar con León y todos los músicos cantando con la gente una canción que pide por la paz y abomina de la guerra y la muerte violenta y sin sentido.
Fuente: Télam