Ana María Stelman es una docente que da clases en una escuela primaria y pública en el barrio Hipódromo de La Plata. Fue seleccionada para el Global Teacher Prize de Fundación Varkey, en conjunto con la UNESCO, como una de las 10 finalistas entre más de 8.000 postulaciones y nominaciones de 121 países de todo el mundo. «Siento que estoy representando a todos, es muy importante el trabajo que hacemos todos los docentes del país y siento que los estoy representando a ellos también, aunque no los conozco».
Ana María Stelman es una docente de escuela primaria en el barrio Hipódromo de la Ciudad de La Plata. Fue seleccionada para el premio Global Teacher Prize de Fundación Varkey, en conjunto con la UNESCO, como una de las 10 finalistas entre más de 8.000 postulaciones y nominaciones de 121 países de todo el mundo.
La docente dijo «Siento que estoy representando a todos, es muy importante el trabajo que hacemos todos los docentes del país y siento que los estoy representando a ellos también, aunque no los conozco».
Ana María comenzó su carrera como docente en el año 1984 y trabaja en escuelas ubicadas en barrios vulnerados en La Plata. Para postularse al premio, relató que debió completar un formulario en el que debía explicar y recordar todas las estrategias pedagógicas que puso en práctica a lo largo de toda su carrera. «Mi estrategia es a través de la empatía de conocer a los chicos, de saber cuáles son sus gustos porque no todas las estrategias sirven para todos los nenes», aclaró.
Asimismo explicó los desafíos que tuvo que atravesar durante la pandemia, para trabajar con los chicos que no tenían conectividad. La docente comentó que solo uno de sus alumnos tenía una computadora, por lo que tuvo que aprovechar los recursos que conseguía para poder dar clases.
“El año pasado, arrancamos un nuevo proyecto de intervenciones asistidas con animales. Estaba pensado como un trabajo de investigación, pero nos agarró la pandemia, y lo acomodamos para poder seguir adelante a la distancia –cuenta–. Finalmente, se transformó en un proyecto de revinculación con la escuela, porque el año pasado nosotros pudimos tener algunos encuentros presenciales en el hipódromo, que, para muchas familias, es como el patio trasero de sus casas. En el último encuentro que se hizo llevaron un cordero, y un nene que no se animaba a leer, que siempre decía que él no podía, terminó leyéndole un cuento al cordero. Las intervenciones asistidas por animales son increíbles, porque los animales no juzgan, y frente a ellos los chicos se animan. El objetivo principal acá no era aprender de caballos, sino con los caballos”, dijo al medio La Nación.
El premio Global Teacher Prize busca reconocer la profesión docente y galardona a la personalidad más destacada del año con un millón de dólares. El resultado se dará a conocer en noviembre durante una ceremonia en París.
Fuentes: Télam, Anred