Natalia no tiene dudas, para ella a su hermano “el Colo” lo mataron. El informe preliminar de la autopsia de Leonardo Dekker también pondría en serias dudas que se trató de una muerte por mano propia. En diálogo con InformadorMgd enumera hechos a partir de que el domingo 13 de septiembre toma conocimiento de la internación de su hermano en el hospital de Verónica a causa de un disparo en la cabeza que causaría su muerte dos días más tarde. Sustenta sus sospechas en una serie de hechos irregulares, y hasta delictivos, que pueden incriminar a algunas personas que estuvieron presentes en las horas anteriores y posteriores al suceso que finalmente terminó con la vida de su hermano en su casa de Punta del Indio.
Soy Natalia, hermana del Colo. Te voy a contar lo poco que sabemos hasta ahora, porque ya está claro que no fue un suicidio.
El domingo pasado (13 de septiembre) tipo 10 de la mañana me llama mi hermano más chico, Martín, y me dice que a Leo le había pasado algo, que había tenido un accidente e inmediatamente fuimos a Verónica con mi marido.
Nosotros somos de Lomas de Zamora, el Colo también es de Lomas y hace unos cuatro o cinco años se radicó en Punta Indio. Bueno, pasamos a buscar a Martín por su trabajo y fuimos para Punta Indio, en realidad para Verónica porque el Colo estaba internado en el Hospital que está en la Base Aeronaval.
En la entrada de Verónica nos estaban esperando y nos dejaron pasar enseguida. Cuando llego al hospital la doctora me da la noticia de que mi hermano tenía muerte cerebral. Ellos lo que veían era un gran hematoma en la cabeza y suponían, pensaban, que podía llegar a ser de un proyectil de arma de fuego, porque no le encontraban el orificio de entrada. Ellos por supuesto se dedicaron a tratar salvarle la vida, pero según los médicos, por lo que contaban los amigos, digo amigos entre comillas, que habían estado con él esa mañana, era un proyectil en la cabeza, entonces los pensaban que podía haber sido por la boca.
Imaginate mi desesperación, me dicen que no había nada más qué hacer, ni siquiera trasladarlo, porque tenía muerte cerebral.
Así que decidimos que se acerque toda la familia, mis padres, mis otros hermanos, también fueron unos primos, a despedirse. Por otro lado decidimos donar sus órganos.
A mí la doctora me dijo que él estaba con vida porque lo mantenían con drogas para que pueda respirar y su corazón latir, simplemente para que toda la familia se despida. Después iban a empezar a quitarle esas drogas y luego él iba a morir, que es lo que finalmente ocurrió el martes. Cuando decidimos donar sus órganos lo mantuvieron con vida hasta el martes 15, que fue la ablación de órganos. Por otro lado fue la primera vez en la historia de todo el distrito que se hizo una donación de órganos.
Estando allá, mi mamá al llegar sufre un infarto, todavía está internada. Primero estuvo internada en Verónica y en el día de hoy está en Ensenada, le tuvieron que poner un stent.
Y bueno, a mí me llamaba la atención que varios amigos de él me dijera que mi hermano estaba deprimido, que se había pegado un tiro. Mi hermano había estado una semana antes conmigo acá en mi casa en Lomas, porque había venido a donar sangre para mi mamá, que necesitaba unas transfusiones porque tiene anemia.
Leo estuvo conmigo acá en Lomas y hablamos, me pidió que le guarde una ventana, porque nosotros acá en casa cambiamos una ventana y yo tenía una ventana acá en el patio y la quería sacar para que se la lleve alguien que la necesitara. Me dijo que se la guardara porque la necesitaba él.
Hablamos de un montón de proyectos que él tenía. A los dos días me volvió a llamar para ver cómo estaba mi mamá, me dijo que más o menos dos o tres veces a la semana me iba a estar llamando, porque yo le pasaba el celu a mi vieja y él hablaba con ella. A mí me parece imposible que se haya querido suicidar.
Les pregunté cómo fue y había uno en particular, uno de los muchachos que había estado con él esa mañana, que dice que estaban tomando mate, que eran dos, más el Colo, y que mi hermano tenía que ir a trabajar a la casa de un amigo, iba a trabajar de onda, para ayudarlo, con el techo de una casa o con unas chapas, algo así. Este muchacho me cuenta que se va y mi hermano se queda con la otra persona, a la que le estaba dando alojamiento, un señor. A los 5 o 10 minutos de que este muchacho se retira, a las Cabañas Don Carlos, que es donde trabaja de cuidador, se acerca ese hombre que había estado con mi hermano y le dice que mi hermano se había pegado un tiro.
Entonces yo le dije “¿Pero cómo puede ser?, yo nunca escuché que una persona que está tomando un mate con amigos de pronto diga que se va a vestir para ir a trabajar y se va a pegar un tiro”. “Sí, sí, él se pegó un tiro. Él estaba muy deprimido, vos no sabés porque acá no vivís”, me dijo.
Mi hermano la nocha anterior habló con su hija y le dijo que a mitad de semana la iba a ir a buscar e iban a hacer la cuarentena juntos que le exigía Punta Indio, 15 días ahí en la casa iban a estar en cuarentena. Habló con uno de sus mejores amigos, que vive en Córdoba, y por lo que hablaron es imposible que él haya tomado esa decisión.
Todo esto yo se lo decía a los amigos y ellos me contestaban “no, pero tu hermano estaba durmiendo mucho”. Mi hermano es una persona que dormía mucho, lo conozco hace 43 años. Mi hermano era pura vida, no se pudo haber suicidado.
Después ya empezaron varias contradicciones. Primero uno de mis hermanos va a la casa del Colo porque estaban los peritos, llega y estaba este señor que supuestamente había estado hasta último momento con él (yo digo supuestamente ahora porque ya no les creo nada, no sé si eran dos o eran tres, no sé si tomaron mate, ¿me entendés?, yo ya no les creo nada), y mi hermano les dice a los peritos “Ojo con este tipo…”.
Mi hermano Leo se venía quejando de ese tipo, que era alcohólico, que no se lo podía sacar de encima. Hay muchos que dicen que eran íntimos amigos, pero mi hermano se quejó de que el viejo era un sorete. Yo no lo conozco, no voy a dar nombres, no quiero culpar a nadie, pero es lo que mi hermano decía.
Mi hermano Martín sabía que en la casa del Colo había dos carabinas, una de Leo, que la usaba para cazar, para subsistir, y otra de este señor. La Policía se estaba retirando con una sola carabina, a lo que Martín les dice “falta una carabina”. “No, hay una sola”, le contestaron.
Va un amigo y le pregunta a este señor “¿dónde está tu carabina?”. “La saqué porque si no la Policía la iba a secuestrar”, le contesta. “Bueno démela”, le dice el muchacho. “No, pero la saqué hace tres días”, contesta el hombre. “¿Cómo hace tres días si los peritos están ahora, si sucedió ahora todo esto?”, le dice mi amigo. Ahí ya hay una primera contradicción. A este hombre le tomaron la prueba de pólvora, no sé, veremos.
Mi hermano Martín le dijo a la Policía que había dinero en la casa, porque el Colo había cobrado unos 10 mil pesos de un trabajo que hizo esa semana. La Policía dijo que no se había encontrado dinero.
Por otra parte había un disparo en la ventana, justo donde el Colo había estado tendido, muriéndose. Los peritos, en el momento, apenas ven el agujero de bala en el vidrio de la ventana ya le dijeron a mi hermano que estaba hecho por un disparo de afuera hacia adentro. Así que ya eso es un indicio, pero entonces dicen que el agujero de bala puede ser viejo. Okey.
Este señor insistentemente decía que quería entrar a la casa de mi hermano a retirar una frazada. Pero no sabemos qué quería sacar.
Cuando mi hermano Martín vuelve a la casa de Leo con mi marido, porque había quedado ya liberada, sin custodia (la Policía nos advirtió que vaciemos la casa porque le iban a robar todo) entran en la casa y en la mesita de luz encuentran 9 mil pesos, noventa billetes de 100 pesos, o sea, los policías no lo vieron y de repente en la mesita de luz está ese dinero. Para mí lo colocaron después, primero lo robaron y después lo pusieron de nuevo. Estas son opiniones mías, ojo, no es lo que dice la causa, son las circunstancias que a mí me llevan a pensar que esto es un homicidio, antes de saber el informe de la autopsia.
Otra cosa es que ese mismo día mi marido ve que estaban los cuchillos que siempre usaba mi hermano y la moto, controlan un poco todo, se traen algunas cosas y se van para el hospital. Mi hermano Leo estaba aun con vida, porque además con esto del Covid también había que hacer un hisopado y que diera negativo para la donación de órganos.
Así que el lunes vuelve mi Martín con mi cuñada para traerse todo lo que más pudiera de la casa, porque le iban a afanar todo. Cuando llegan faltaban uno de los cuchillos y la moto. La moto la estaban usando los mismos muchachos que habían tomado mate con él. Primero se lo negaron, después mi hermano les insistió, reconocieron que habían usado la moto y nos devolvieron un cuchillo que ya le habían afanado.
El martes 15 nos notifican el fallecimiento de mi hermano. Luego nos llegó el informe preliminar de la autopsia, que nos adelantó la Dra. Grassi de la Ayudantía Fiscal de Punta Indio, que dice que el orificio es arriba del centro auditivo en el hueso temporal derecho, entre la oreja y la nuca. Imposible suicidarte con una carabina pegándote un tiro prácticamente en la nuca. Así que es por eso nosotros sostenemos que mi hermano no se suicidó, a mi hermano lo mataron, mi hermano no se metió un arma en la boca como estos muchachos me querían hacer creer.
Los dueños de las cabañas que cuidan estos muchachos son de acá de Lomas de Zamora, viajaron a Punta Indio inmediatamente, porque a mi hermano lo quieren como a un familiar, y los muchachos habían dejado las cabañas.
Por supuesto que el señor que estaba alojando mi hermano ya desapareció junto con la carabina que nunca entregó a la Justicia. Además no era un residente en Punta Indio, con lo cual es relativo el tema de que nadie puede entrar. Lo más probable es que se haya ido también.
Lo que hasta ahora sabemos es que es imposible que haya sido un suicidio por la ubicación del orificio de entrada del disparo. Nuestro abogado ya armó todo e iba a hacer una presentación este lunes.
Esperamos que luego de la autopsia la carátula de la causa cambiará de Averiguación de Ilícito a Homicidio.
Yo quiero ir a Punta Indio y no me dejan entrar. Yo necesito entrar a Punta Indio. Yo necesito ir a la casa de mi hermano, yo necesito ir a hablar con en la ayudantía, yo necesito hablar con amigos de él. Vivo en Lomas de Zamora y cómo hago para moverme, yo necesito estar allá presente, imaginate que si yo no me hago presente esto queda todo tapado. Mi hermano Leo no se mató.
Entrevista: José Luis Meirás