Los presos alojados en las cárceles bonaerenses podrán utilizar el sistema de videoconferencias para comunicarse con sus familias luego de que se suspendieran las visitas como medida de protección para evitar el contagio de coronavirus, mientras que las autoridades penitenciarias analizan un pedido para permitir el uso de teléfonos celulares en todos los penales.
Es que ayer, un juez de Necochea hizo lugar a un planteo y autorizó a los presos a utilizar teléfonos celulares en unidades carcelarias de Batán y de Barker, por lo que el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) deberá en 48 ó 72 horas reglamentar esa disposición que, se analiza, alcanzará a todas las cárceles de la provincia.
Respecto a las videoconferencias, el SPB tomó la decisión de que todas las personas privadas de la libertad en la provincia se comuniquen con ese sistema con sus familias que vivan en ciudades alejadas o pertenezcan al grupo de riesgo de contagiarse coronavirus.
Fuentes penitenciarias informaron que desde este viernes comenzó el nuevo sistema en 15 penales del SPB y en los próximos días se agregarán otras tres para, de esta manera, empezar a suplir de la mano de la tecnología la suspensión de las visitas a los penales debido a la cuarentena.
De esta primera experiencia participaron internos de siguiente unidades: 1 Olmos, 2 Sierra Chica, 3 San Nicolás, 4 Bahía Blanca, 6 Dolores, 9 La Plata, 13 Junín, 15 Batán, 19 Saavedra, 20 Trenque Lauquen, 21 Campana, 23 Florencio Varela, 30 General Alvear, 37 Bárker y 43 La Matanza.
En tanto, pronto se efectuarán en las Unidades 17 Urdampilleta, 35 Magdalena y 48 San Martín, añadieron las fuentes.
Entre los contactos más significativos se destacó el que logró tener un interno alojado en la Unidad 13 Junín con dos de sus hijos que cumplen una cuarentena en Italia, o el de un detenido de la cárcel de Bárker, quien pudo hablar con su madre, la que padece coronavirus y se recupera en su domicilio.
Y en la Unidad 1 Olmos un interno pudo hablar con sus familiares que viven en Colombia y otro, con un sobrino que tiene problemas de salud y reside en Misiones.
Al respecto, el Jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense, Xavier Areses, destacó la iniciativa como “histórica e inédita” y agradeció al personal carcelario por «el compromiso laboral y la adaptabilidad que muestran con los cambios que hemos tomado ante esta crisis sanitaria».
La selección de los privados de libertad que participaron de las videoconferencias fueron realizadas por los profesionales del área de asistencia social de las Unidades Penales desde donde se contemplaron las dificultades de salud de los familiares de los internos o el periodo extenso de tiempo sin visitas por las largas distancias que debieron transitar por vivir en localidades alejadas a las cárceles.
Para comunicarse, los familiares de los privados de libertad debieron bajar una aplicación en sus celulares y desde la sala de videoconferencias del penal (que se utiliza para efectuar comparendos judiciales) se establecieron los contactos durante un tiempo promedio de 20 minutos.
En tanto, el juez Mario Alberto Juliano de Necochea habilitó el uso de teléfonos celulares en las Unidades Penales 15 y 44 de Batán y 37 de Barker, en forma temporaria.
«Hoy están suspendidas las visitas y eso implica un agravamiento de las condiciones de encierro que ya de por sí son complicadas por la situación de hacinamiento, la idea es que mientras dure la crisis permitir la utilización de los teléfonos», dijo a Télam el magistrado.
Además, el juez aseguró que el SPB será el encargado de implementar esa modalidad y que luego se verán los resultados de esta medida, aunque ya adelantó que seguramente serán «muy satisfactorios».
«Quería resaltar el consentimiento del SPB a regular esta situación ya que el ochenta por ciento de los internos ya tenía acceso a la telefonía pero de manera clandestina», sostuvo Juliano.
En su fallo, el magistrado aseguró que la suspensión de «las visitas de familiares a los establecimientos penitenciarios» implica una «incertidumbre para las personas que se encuentran privadas de la libertad».
«La telefonía celular resulta ser el medio idóneo para garantizar que los vínculos familiares no se interrumpan, contribuyendo al mantenimiento de la paz social dentro de los establecimientos penitenciarios mientras dure la situación excepcional, por lo que corresponde habilitar su uso a las personas privadas de la libertad que se encuentren en condiciones de acceder a dicha tecnología», concluyó en el escrito.
Fuente: Télam