Texto enviado a InformadorMgd por Abel López Soto, exalcalde de la ciudad gallega de Sada, actual secretario de la Asociación Cultural Irmáns Suárez Picallo de Sada y editor de Areal, revista cultural de Sada (Areal.gal).
Por Abel López Soto
Mimina nació un día como hoy, un 15 de abril de 1921 en la ciudad de A Coruña. Su recuerdo está muy ligado a la figura del que fue su marido, Isaac Díaz Pardo, aunque entiendo que merece su propio reconocimiento porque Carmen Arias, además de ser una gran artista plástica, fue cofundadora de Cerámicas do Castro, su familia era la propietaria de los terrenos donde se asienta la fábrica, y contribuyó de manera decisiva a la buena marcha del grupo Sargadelos y a convertirlo en un referente empresarial y cultural de Galicia.
Aunque su infancia transcurre en A Coruña, veraneaba en Sada, en O Castro, cuando las vacaciones de verano empezaban en junio y duraban hasta bien entrado septiembre.
Empezó sus primeros pasos como pintora de la mano de una persona a la que llamaba la “Tía Lola”, Dolores Díaz Valiño, que en realidad era tía de Isaac Díaz Pardo y fue precisamente en esas clases donde lo conoció y así empezaron a salir juntos.
Fue una alumna aventajada ya que acabó convirtiéndose en la ayudante de la “Tía Lola” hasta que ésta decide ir a Madrid estudiar Bellas Artes. También Mimina quería, pero su condición de mujer empieza a jugarle malas pasadas ya que su padre no le permite desplazarse a la capital de España y tiene que realizar los estudios por libre.
Tampoco el padre era partidario en los comienzos, de la relación sentimental que mantenía con Díaz Pardo, aunque al final se casan en O Castro en el verano de 1945
Cuatro años más tarde inician juntos el proyecto de Cerámicas do Castro donde Mimina desarrolla un papel, a mi juicio poco reconocido pero imprescindible, ya que se encarga de dirigir la decoración de las piezas que se producían, además del cuidado de sus tres hijos que habían nacido muy seguidos, en una época donde la conciliación de la vida familiar y laboral para las mujeres era realmente muy complicada.
Mimina no sólo dirige la decoración de las piezas, también se encarga de enseñar a todas las personas que entraban a trabajar en la factoría de O Castro.
Cuando Isaac se desplaza a Magdalena para poner en marcha la empresa Celtia, es Mimina quien queda al mando de cerámicas do Castro e incluso viaja a la República Argentina, la primera vez en 1958, para enseñar también a las personas que se incorporan a esa fábrica de Magdalena.
Coincidiendo con el inicio de la producción de la fábrica de Sargadelos de Cervo a comienzos de los años 70 del pasado siglo, Mimina crea su propia línea de joyería, todo un éxito dese el punto de vista artístico y empresarial.
Además de todo este ingente trabajo, de cuidar a sus hijos, a la familia, Mimina es recordada como una persona muy afable, educada y una gran anfitriona, ya que por su casa de O Castro pasaron muchas personalidades de la cultura y la política gallega y española de la época.
Tuve el privilegio de conversar con ella en varias ocasiones, de disfrutar de su exquisita educación, de su trato cariñoso y de su afabilidad. En el año 2011 siendo alcalde de Sada les dedicamos un sentido homenaje a ambos, uno de tantos reconocimientos que han tenido en Sada, en Galicia y nos alegramos de que también en la República Argentina, porque son muchas las personas que piensan que en ese proyecto empresarial y vital de la pareja, Mimina juega un papel decisivo y merece un brillo propio en la costelación de personas emprendedoras de la Galicia del siglo XX.