La escuela se pone al hombro la memoria histórica: Una muestra sobre el derrame de petróleo en Magdalena

El martes 6 de junio se realizó en el CEPT N ° 29, una escuela agrotécnica del partido de Magdalena, un taller de formación sobre qué es el ambiente en el marco del día mundial del medioambiente, allí se recordó el desastre ambiental que afectó las costas del distrito en 1999. Una de las docentes que organizó la actividad escribió esta crónica para InformadorMgd.

Por Florencia Fajardo

Magdalena es un partido ubicado al sudeste de La Plata, limita con el Río de la Plata al este, con el partido de Chascomús al oeste y con el partido de Punta Indio al sur. La producción principal es la agropecuaria y en el último censo contabilizó una población de 22. 767 habitantes (Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) (2023[1]).

Entre la localidad de Vieytes y Roberto J. Payró, se encuentra el Centro Educativo Para la Producción total N° 29, una escuela agropecuaria con una modalidad de enseñanza denominada “pedagogía de alternancia. Lxs estudiantes permanecen 12 semanas a lo largo del año, alternando una semana en la escuela y dos en sus casas. Recibe pibes y pibas provenientes de Punta Indio, Chascomús, Castelli, y de Magdalena.

Desde hace algunos años el tema del medioambiente se viene abordando desde la escuela con diferentes camadas de estudiantes. Durante la pandemia hemos trabajado sobre los humedales, la función que cumplen, así como la identificación de los mismos en la región donde vive la comunidad de la escuela. Hemos hecho visitas a la Reserva «El Destino» para conocer de cerca un ambiente protegido e imaginarnos como fue 500 años atrás el ambiente de manera más extendida, previo a la conquista y la extensión de la frontera agropecuaria con las consiguientes modificaciones ambientales.

Así caminando, probando, errando conocimos el archivo del derrame de petróleo de las costas de Magdalena que cuidadosamente y durante años han guardado miembros de Ala Plástica- casa Río[2], una organización que ha tenido un rol muy activo en lo que fue el registro y sistematización de semejante desastre, así como en el acompañamiento a los damnificados en el reclamo al Estado y a la empresa Shell. Con ese archivo, encontramos una excusa para investigar con los y las estudiantes qué era lo que había pasado allá por 1999, a quiénes había afectado y cuáles fueron las consecuencias.

La investigación empezó el año pasado, en la materia de Ciencias Naturales, con estudiantes que estaban en primer año. En el marco de la unidad “materiales” conocimos las propiedades del petróleo, por qué no se mezcla con el agua y cómo esto se podía ver en el derrame de petróleo de 1999. Los estudiantes seleccionaron algunas fotos del archivo que consideraban estaban buenas para mostrarle al resto de la comunidad educativa. Además, se mandó una “tarea de estadía” que indagaron en la comunidad qué recuerdos tenían sobre este hecho de gran envergadura que afectó a la región donde se inserta el CEPT n° 29. Este año, retomamos la propuesta con quienes hoy están en primero. Ellos también preguntaron qué sabían a sus familias y con eso construimos una síntesis de relatos sobre memoria histórica reciente.

Elegimos para presentar lo trabajado, la fecha de la semana mundial del Medioambiente que propone la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires. Junto a docentes del área de Medioambiente planificamos un taller de formación sobre qué entendemos por ambiente intentando construir una definición que tenga que ver con los lineamientos de la Ley nacional de Educación ambiental integral sancionada en 2022. Desde una propuesta pedagógica construida desde a Educación Popular se trabajó en grupos, se hicieron dibujos, se expusieron en un plenario y pudimos sintetizar una noción común sobre sentirnos parte de esta casa, “nuestra casa” como dijo un estudiante, que es el planeta tierra.

La jornada siguió con la presentación del avance de “Teoría del Derrame”, un documental en el que vienen trabajando desde hace más de un año José Luis Meirás, junto la Colectiva Magdalena 318 y el Laboratorio Audiovisual Comunitario. Además, participó Alejandro Meitin, quien en aquel momento integraba la organización Ala Plástica y nos contó cómo fue el proceso de organización de la comunidad para relevar los daños ambientales y sociales y pedir justicia junto a junqueros, vecinos/as, investigadores/as entre otros/as frente a la empresa Shell durante los primeros años después del derrame. Entre los presentes se encontraba un trabajador auxiliar de educación, Roberto Bejar, quien en ese momento trabajó limpiando el río junto a otros vecinos y vecinas de la zona, contratado por la Empresa Shell para intentar remediar la situación.

La muestra de fotos se presentó ese mismo día del taller y se mantuvo por tres semanas en la escuela montada para que más estudiantes, familias y trabajadores de la institución pudieran verla.

La propuesta es que siga girando por otras escuelas de la región. Invitamos a escribir, sumarse a seguir armándola, a usarla como una excusa para seguir construyendo memoria colectiva, ya que el año que viene se cumplen 25 años del derrame. Apostar a trabajar con las nuevas generaciones, un hecho histórico de tanta gravedad que ocurrió en la zona, es una tarea fundamental, para conocer el pasado ambiental y social de la zona, pero además para formarnos en la defensa del territorio.

[1] https://www.magdalena.gob.ar/?q=datos-la-ciudad

[2] https://www.casariolab.art/