El reconocido médico pediatra, infectólogo, escritor y divulgador Rubén Sosa visitó Magdalena para participar en un Encuentro Regional sobre Discapacidad en el Centro Cultural La Casita de Olga, organizado por las agrupaciones Madres y Padres TEA y Magdalena Sin Barreras. La actividad giró en torno al abordaje de las neurodivergencias y a un tema que preocupa cada vez más: el impacto de las pantallas en las infancias. El especialista invitó a participar de la próxima barrileteada para visibilizar estas problemáticas, que tendrá al Hospital Garrahan como espacio central pero será replicada también en Magdalena.
Sosa, con décadas de trabajo en el Hospital Pedro de Elizalde y un largo historial de compromiso social, advirtió sobre una “pandemia silenciosa”: el daño que el uso excesivo de dispositivos electrónicos produce en los cerebros en desarrollo. Recordó que en la primera infancia el celular está “totalmente prohibido” para menores de dos años y detalló cómo el exceso de horas frente a pantallas puede reducir la sustancia gris y blanca del cerebro, afectando la atención, la memoria y el desarrollo cognitivo, además de adelantar cuadros de ansiedad y depresión.
Pero más allá de la advertencia sanitaria, su intervención dejó otro mensaje que caló hondo: la soledad de muchas madres que crían a hijos e hijas con discapacidad.
“En cada encuentro me pasa lo mismo —dijo Sosa—. Conozco maestras, acompañantes terapéuticos y madres que vienen con sus historias, y encuentro siempre puntos en común: diagnósticos incompletos, barreras en la escuela, en la sociedad y en el sistema de salud. Y, sobre todo, un cansancio que es físico y emocional. Suelen estar muy solas, cargando con todo. Mis respetos a ellas.”
El médico no evitó nombrar la raíz de esa soledad: “Digo ‘ellas’ porque la gran mayoría fueron abandonadas por sus parejas. No lo quiero callar. Lo veo en todos lados. Sí, hay padres maravillosos, pero la mayoría de estas mujeres están solas con sus hijos e hijas.”
La visita de Sosa incluyó la invitación a la próxima barrileteada que, el 28 de septiembre, tendrá como eje la prevención de la ludopatía infantil y los riesgos del uso abusivo de pantallas. El evento se realizará frente al Hospital Garrahan y en más de cien localidades, incluida Magdalena. Pero quizá lo más valioso que dejó su paso por la ciudad fue esa interpelación directa a una realidad que suele quedar en silencio: la de las madres que sostienen, contra todo, la vida y el futuro de sus hijos.