Estudiantes del Plan FinEs impulsaron un proyecto de ordenanza para declarar el 15 de enero como “Día de la Conciencia Ambiental por el Derrame de Petróleo en el Río de la Plata”. El miércoles 6 de agosto la iniciativa fue aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante, aunque tuvo un cambio en la denominación, que pasó a ser “Día Municipal de la Catástrofe Ambiental por el Derrame de Petróleo en el Río de la Plata en Magdalena”. La, desde ahora, conmemoración oficial mantiene vigente una demanda que lleva más de 26 años sin resolución judicial y destaca el papel de la comunidad en la defensa del ambiente.

A más de 26 años del mayor desastre ecológico en el Río de la Plata, la causa iniciada por la Municipalidad de Magdalena contra la petrolera Shell sigue abierta. El hecho, ocurrido el 15 de enero de 1999, dejó secuelas ambientales de largo plazo y se convirtió en un símbolo de la falta de Justicia Ambiental.
Aunque trascendió como caso de estudio en cátedras y textos de Derecho Ambiental, en 2009 un acuerdo extrajudicial —altamente beneficioso para la empresa— puso fin al litigio. En ese marco, Shell ofreció un aporte de 9,5 millones de dólares para el desarrollo local, a cambio de ser eximida de toda responsabilidad. Sin embargo, el juzgado interviniente nunca homologó el convenio y el dinero hasta ahora no llegó a Magdalena.

La Teoría del Derrame: memoria y activismo
Buena parte de esta historia está narrada en el documental La Teoría del Derrame – Educación ambiental, memoria y no justicia en Magdalena, de José Luis Meirás y Colectiva Magdalena 318. El film combina documentos originales, testimonios clave y escenas más actuales de talleres educativos en el territorio afectado, y ha recorrido escuelas, universidades, espacios culturales y festivales de cine.
Relata también el trabajo de un grupo de artistas que desempeñó un papel clave en desarticular el plan de la multinacional anglo-neerlandesa, que buscaba mantener el control absoluto a través de un Comité de Contingencia. Dicho comité, aunque dominado por la empresa, también estaba integrado por el Municipio, el Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS) y la Prefectura Naval Argentina.
El colectivo artístico platense-ensenadense Ala Plástica —reconocido internacionalmente por sus pioneras prácticas territoriales— llegó a Magdalena justo cuando el petróleo comenzaba a invadir playas, juncales y humedales costeros. Casi de inmediato advirtieron la gravedad del desastre y el intento por minimizar su alcance. Así, comenzaron a recolectar evidencia en el territorio, sistematizaron la información junto a científicos y se convirtieron en la contracara de Shell en medios nacionales e internacionales. Desde la sociedad civil, también influyeron para que el Municipio asumiera un rol más activo en los reclamos ambientales y judiciales.
En la película hay testimonios de los exintendentes Oscar Sibetti, Fernando Carballo, Gonzalo Peluso; del abogado Carlos Daniel Silva, representante de la Municipalidad en la causa; de varios vecinos de la zona afectada; entre otros. Además, en los talleres que se realizaron como parte del rodaje, participaron en 2022 más de 40 estudiantes y docentes de las escuelas secundarias Sagrada Familia, n° 1 y n° 7 y del profesorado de Geografía del ISFDyT 58, junto al artista y abogado Alejandro Meitin, el biólogo Marcelo Miranda, el cortador de juncos Oscar Molina, el artista sonoro Pablo Bas y el artista visual Diego Maxi Posadas, entre otros. La realización puso en funcionamiento dispositivos educativos y artísticos como manera de activar la memoria comunitaria, algo que se logró casi de inmediato: muestras escolares, proyecciones con debate, salidas educativas al río se empezaron a suceder de manera continua desde ese momento. En esa sucesión, el logro este año de la efemérides oficial, fecha que Colectiva Magdalena 318 recordaba con eventos desde 2019, fue producto de un proyecto de la Comisión 34 del Plan FinES Magdalena.
La Teoría del Derrame fue preestrenada el 15 de enero de 2024 en el Club Villa Garibaldi, al cumplirse 25 años del hecho. Su estreno oficial fue en el Festival Internacional de Cine Ambiental de Buenos Aires (FInCA). Desde junio de 2025, está disponible en la plataforma pública y gratuita BAFilma. En junio de 2024 fue declarada de interés legislativo por el Concejo Deliberante de Magdalena.
Al FinEs le importan los medios y el ambiente
Este año, sin coordinación previa, tres docentes del programa FinEs de Magdalena, Bavio y Atalaya eligieron trabajar el caso Shell en las materias de Biología y Comunicación. El resultado fue un evento conmovedor previo a las vacaciones de invierno, que reunió a casi 200 estudiantes adultos, entre 20 y 60 años, junto a docentes y familias.
Además de analizar el impacto ambiental y social del derrame, los y las estudiantes produjeron contenidos comunicacionales: entrevistas, encuestas, podcasts, redes, carteles, folletos y un proyecto legislativo que logró instituir el 15 de enero como “Día Municipal de la Catástrofe Ambiental por el Derrame de Petróleo en el Río de la Plata”.
La ordenanza declara la fecha de interés legislativo, educativo y ambiental, e impulsa actividades de reflexión y difusión. También insta al Departamento Ejecutivo Municipal a promover acciones alusivas y convoca a instituciones educativas, clubes, asociaciones y medios de comunicación a participar. La propuesta fue entregada en el Honorable Concejo Deliberante a principios de julio y más de 20 estudiantes, mayoritariamente mujeres, la defendieron ante la Comisión correspondiente.
La demora eterna de una justicia empetrolada
En noviembre de 2002, el juez federal platense Julio César Miralles encontró a Shell responsable del derrame de 5 millones 300 mil litros de petróleo, tras el choque del portacontenedores Sea Paraná y el buque tanque Estrella Pampeana de la petrolera. El magistrado la condenó a reparar el ecosistema dañado, por 35 millones de dólares.
En 2007 la sentencia fue anulada tras un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que, en consonancia con el reclamo de Shell, consideró que el tribunal actuante no tenía competencia. Si Magdalena quería seguir litigando, debía casi recomenzar en el fuero porteño, con pocas esperanzas.
Así, se buscó un arreglo económico mediante el cual el Municipio costero renunciaba a todo reclamo contra Shell y a cambio esta última devenía en una suerte de agente benefactor del desarrollo local mediante un aporte de 9,5 millones que serían destinados a distintas obras.

El acuerdo fue acompañado por todas las fuerzas políticas, y aprobado mediante un plebiscito, con una campaña oficial tendenciosa. Ala Plástica volvió a estar presente en ese momento. Si bien hubo un recurso que consideraba inconstitucional el convenio, fue desestimado hace más de cinco años.
Otro tanto sucede con las pericias destinadas a confirmar que el daño ambiental estaba remediado, cuyos resultados fueron favorables a la concreción del pago y fueron concluidas hace varios años.
“Hemos trabajado de manera silenciosa para evitar generar falsas expectativas, y hoy puedo anunciar que conseguimos algo esencial: el informe del OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible), que valida la remediación natural del daño. Ahora, esperamos una audiencia con el juez de la causa para avanzar en la homologación”, declaró Lisandro Hourcade ya hace más de un año, a mediados de 2024.
Justo antes de la feria judicial de verano, en diciembre último, el abogado representante de la Municipalidad, Carlos Daniel Silva, presentó un pedido de audiencia y otro escrito pidiendo la homologación del acuerdo. La respuesta del juez Juan Rafael Stinco, aún no ha llegado.
Educación ambiental y justicia
La clase política magdalenense no se ha mostrado nunca a la altura de una de las causas ambientales más importantes de la Argentina y un caso de proyección global. A lo largo de estas casi tres décadas el reclamo ha sido sostenido consecuentemente solo desde la sociedad civil, primero por colectivos y proyectos de activismo artístico, hoy por parte de los estudiantes y docentes que siguen reclamando Justicia Ambiental para Magdalena.