El Gobierno le entregó a Joe Lewis la represa de Lago Escondido

El Gobierno nacional otorgó la propiedad de una central hidroeléctrica a Hidden Lake S.A., empresa estrechamente vinculada al magnate británico Joe Lewis. Según el portal La Política Online, la medida se suma a otras decisiones polémicas del oficialismo en la previa electoral. “La están juntando para la campaña”, graficó a LPO un dirigente al tanto de los movimientos libertarios.

El acta oficial establece las condiciones de operación y explotación de la central, consolidando un traspaso directo a una firma acusada por la justicia, organismos estatales y la comunidad local. La represa está ubicada en tierras vinculadas al histórico conflicto por el acceso al Lago Escondido, y será gestionada por Hidden Lake, empresa que figura como propietaria de miles de hectáreas en la Patagonia.

La Inspección General de Justicia denunció en 2022 que Hidden Lake es una pantalla para encubrir la titularidad de Lewis, quien compró ilegalmente más de 12.000 hectáreas en una zona de seguridad fronteriza, violando la Ley 15.385. Para concretar la operación, utilizó la sociedad HR Properties Buenos Aires S.A., con accionistas argentinos, que luego mutó en Hidden Lake S.A., hoy parte del holding Tavistock Group.

Informes oficiales indican que Hidden Lake no desarrolla actividad agropecuaria real, como declara, sino que existe para asegurar el control del lago. La usina ahora adjudicada ya era operada por Patagonia Energía —también de Lewis— y forma parte del programa RenovAr, impulsado durante el gobierno de Mauricio Macri. Desde entonces, cobra por el megavatio un precio diez veces superior al que se paga, por ejemplo, a la hidroeléctrica de Salto Grande.

Lewis, cuya fortuna está entre las más altas del Reino Unido, fue condenado en abril por la justicia de EE.UU. por uso de información privilegiada. Su influencia en Argentina incluye escándalos como el viaje de jueces, fiscales y empresarios de medios a su mansión en 2022, financiado por él mismo. La organización estuvo a cargo de Nicolás Van Ditmar, CEO de Hidden Lake, denunciado por múltiples delitos.

El caso sigue sumando capítulos, pero pocas consecuencias. Como el huemul, símbolo patagónico, los protagonistas de esta historia se desplazan con sigilo, entre sombras y lengas.