El Ministerio de Salud bonaerense emitió una nueva alerta sanitaria tras confirmar dos nuevos brotes de triquinosis en el territorio provincial. Según el Boletín Epidemiológico correspondiente a la semana del 13 al 19 de julio, se notificaron 81 casos sospechosos en lo que va del año. De ellos, 40 fueron confirmados, 3 descartados y 38 continúan en evaluación médica.
Los primeros contagios se detectaron en Tornquist y Bahía Blanca a fines de junio, cuando seis personas resultaron afectadas tras consumir carne de cerdo de elaboración casera. Luego, a mediados de julio, se reportó un brote más amplio en Azul, que involucró a 31 personas, también relacionado con productos artesanales.
Este martes, dos nuevos casos encendieron las alarmas en Trenque Lauquen: un hombre y su hijo fueron internados en el Hospital Municipal con síntomas compatibles con triquinosis, entre ellos fiebre, dolores musculares, inflamación de párpados y enrojecimiento ocular. Ambos se encuentran estables y en tratamiento.
La triquinosis es una enfermedad parasitaria causada por el nemátodo Trichinella spiralis, que suele infectar a cerdos y animales silvestres como jabalíes y pumas. En humanos, el contagio ocurre por ingerir carne contaminada mal cocida. Una vez en el organismo, las larvas se alojan en el intestino y migran al torrente sanguíneo, invadiendo músculos, incluido el corazón y el sistema nervioso.
Entre los síntomas más comunes se encuentran fiebre, diarrea, dolor abdominal, debilidad general, dolores musculares y espasmos. La hinchazón alrededor de los ojos y el dolor al masticar o respirar también son signos frecuentes.
El diagnóstico temprano es clave. Cuando las larvas llegan a los músculos, no existe cura específica, por lo que el tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas. En los brotes recientes, todas las personas afectadas fueron tratadas con albendazol y mebendazol, medicamentos provistos por el Instituto Biológico Tomás Perón.
Cómo prevenir la triquinosis
Las autoridades sanitarias recomiendan consumir carne de cerdo sólo si está completamente cocida —sin zonas rosadas y con temperatura interna mayor a 71°C—, y evitar productos artesanales sin certificación. También advierten que métodos como el curado con sal no eliminan el parásito.
Para reducir riesgos, es fundamental adquirir embutidos y chacinados únicamente en comercios habilitados, verificar etiquetas, origen y fechas de elaboración y vencimiento.