La Suprema Corte obliga a ABSA a cumplir con estándares nacionales de arsénico

Decisión histórica a favor del agua segura en la Provincia de Buenos Aires

Una importante resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires ha puesto fin a una prolongada batalla legal por el derecho al agua potable. El tribunal rechazó la apelación de Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA), dejando firme el fallo que exige a la empresa garantizar agua con menos de 10 µg/L de arsénico, en cumplimiento con el Código Alimentario Argentino.

El conflicto se inició hace más de una década, cuando vecinos de Chivilcoy presentaron un amparo en busca de agua segura. ABSA, por su parte, argumentaba con una normativa provincial obsoleta que permitía hasta 50 µg/L de arsénico, un nivel significativamente superior al establecido por la legislación nacional. Tras sendas victorias para la comunidad en primera y segunda instancia, la desestimación del recurso de ABSA por parte de la Suprema Corte convierte la sentencia en definitiva: la empresa deberá construir una planta de ósmosis inversa y optimizar el servicio de manera urgente.

Un Precedente Fundamental para el Derecho al Agua

Este fallo representa un precedente de gran relevancia no solo para Chivilcoy, sino para toda la provincia de Buenos Aires. Reafirma de manera contundente que el derecho humano al agua prevalece sobre cualquier interés económico. Además, la sentencia establece la obligación del Organismo de Control del Agua (OCABA) de realizar controles bimestrales con total transparencia.

Es importante destacar que la postura de ABSA y de la Provincia, que defendía un valor de 50 microgramos por litro de arsénico como seguro, contradice directamente las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como los dictámenes de numerosas entidades de investigación, académicas y de salud de nuestro país, entre ellas la Facultad de Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, el CONICET y el Hospital de Niños de La Plata. Todos estos informes técnicos fueron cruciales en el desarrollo del proceso judicial.

Los estudios preliminares del Mapa del Arsénico en Argentina, elaborado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), revelan que amplias zonas del interior bonaerense presentan niveles de arsénico en el agua subterránea que oscilan entre 75 y 370 microgramos por litro. Estos valores superan ampliamente no solo el límite establecido por la Suprema Corte (10 µg/L) y lo recomendado por la OMS, sino también el valor de referencia que pretendían ABSA y las autoridades provinciales (50 µg/L).