Ni Una Menos: A diez años del #3J, la lucha continúa firme

El 3 de junio de 2015, Argentina fue testigo de una movilización masiva que recorrió las calles de todo el país, uniendo voces en un mismo reclamo: Ni Una Menos. La marcha, que marcó un hito en la historia del movimiento feminista nacional, surgió en respuesta al femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años embarazada, asesinada por su pareja en Rufino, Santa Fe. Desde aquel día, el movimiento feminista en Argentina no solo se consolidó, sino que también logró avances significativos en la lucha por los derechos de las mujeres y disidencias.

A lo largo de estos diez años, el movimiento transfeminista argentino ha crecido, organizado y conquistado leyes clave, como la Ley Micaela, que obliga a capacitar en género a todos los funcionarios públicos; la Ley Brisa, que garantiza reparación económica a hijxs de víctimas de femicidio; y la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, una de las conquistas más emblemáticas del feminismo en el país.

No obstante, a pesar de estos logros, la violencia machista persiste. Según el observatorio Mujeres, Disidencias y Derechos de Mumalá, entre el 1° de junio de 2015 y el 30 de mayo de 2025, se registraron 2.589 femicidios, femicidios vinculados y trans/travesticidios en Argentina. La estadística es alarmante: en el país, ocurre un femicidio cada 35 horas. Además, 182 niñxs y adolescentes quedaron sin madre, y las distintas formas de violencia —física, psicológica, simbólica, sexual y económica— continúan afectando a mujeres y disidencias a diario.

El movimiento Ni Una Menos ha traspasado generaciones. Para muchas, la participación en la lucha fue un proceso de politización feminista, mientras que para las más jóvenes, formar parte de esta causa se convirtió en parte de su identidad desde el principio.

Hoy, a diez años del primer grito colectivo, la situación sigue siendo crítica. Las organizaciones sociales advierten que el brutal ajuste económico implementado por el gobierno nacional profundiza las violencias estructurales y dificulta aún más la protección de las víctimas.

Ni Una Menos no es solo una consigna; es un movimiento social, político y cultural que nació en Argentina y que, con el tiempo, se expandió por América Latina, Europa y otras regiones del mundo. Su origen está en la frase de la poeta mexicana Susana Chávez, asesinada en 2011: “Ni una mujer menos, ni una muerte más”. La iniciativa fue recuperada por Vanina Escales, comunicadora y activista, quien propuso usar esa consigna para una maratón de lectura en marzo de 2015, y que luego se convirtió en una bandera de lucha.

A una década del primer Ni Una Menos, las movilizaciones vuelven a repetirse. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la convocatoria será este miércoles 4 de junio a las 16 horas en Rivadavia y Rodríguez Peña, en paralelo con la histórica marcha de los jubilados.

Desde el movimiento reflexionan: “Tenemos que encontrar la forma de despatriarcalizar la democracia, de construir comunidad frente al individualismo, de seguir resistiendo con redes y cuidados”.

A diez años del grito que conmovió a toda una nación, Ni Una Menos sigue siendo un faro de resistencia y organización colectiva contra las violencias, por la igualdad y por una vida digna. Porque mientras sigan matando, seguiremos marchando. Porque vivas, libres y desendeudadas nos queremos.

Foto: José Luis Meirás