En la semana de Malvinas Javier Milei se cuadra ante la jefa del Comando Sur de Estados Unidos

En la medianoche de este jueves Javier Milei, su ministro de Defensa Luis Petri y otros miembros del Gabinete encabezaron un acto en la base naval que la Armada tiene en Ushuaia, Tierra del Fuego. Junto a ellos estuvieron las jerarquías de las Fuerzas Armadas y dos importantes funcionarios de Estados Unidos: el embajador Marc Stanley y la jefa del Comando Sur estadounidense, Laura Richardson, quien el martes llegó al país.

Esta visita de la representante de las Fuerzas Armadas estadounidenses se da en un momento en el que el gobierno de La Libertad Avanza viene haciendo público el alineamiento total de su gestión con las políticas exteriores de Estados Unidos y su aliado estratégico, el Estado de Israel.

Richardson ya había estado en la Casa Rosada el miércoles. Allí se reunió con el jefe de Gabinete Nicolás Posse. Luego se reunió con la ministra de Relaciones Exteriores Diana Mondino y con el ministro Petri, y más tarde compartió con varios funcionarios nacionales una “cena de cortesía diplomática”.

En esas reuniones en Buenos Aires se produjo el anuncio del Gobierno argentino de la compra de 24 aviones de guerra a Dinamarca (aunque son de fabricación norteamericana). El país nórdico es miembro de la OTAN y gran aliado de Estados Unidos.

La llegada de Milei para ver a Richardson fue recibida en la provincia austral por una protesta de excombatientes de la guerra de Malvinas, quienes denunciaron que el gobierno argentino está renunciando a la afirmación de la soberanía sobre todo el territorio nacional. Por su parte el gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, desistió de reunirse con la generala del Comando Sur y no formó parte del acto trasnochado. “Realizan prácticas militares junto a Gran Bretaña en el Atlántico Sur”, argumentó el mandatario provincial.

Luego de las entonaciones de los himnos de ambos países, Milei leyó un discurso desde la base naval. Allí habló de una supuesta “afinidad natural” entre Estados Unidos y “los argentinos como pueblo”, especialmente en lo que hace a “las ideas de la libertad” y a una “visión del mundo”.

“Hoy el mejor recurso para defender nuestra soberanía y abordar de forma exitosa estos problemas es precisamente reforzando nuestra alianza estratégica con los Estados Unidos y con todos los países del mundo que defienden la causa de la libertad”, agregó.

El presidente libertariano ratificó la continuidad de la construcción del Polo Logístico Antártico en Tierra del Fuego, obra que arrancó en 2022 pero que Milei frenó al asumir, al igual que el resto de la obra pública financiada por el Estado nacional. Ahora, según se informó, Estados Unidos se sumaría al proyecto. Será, según Milei, “un gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco”. Además “permitirá desarrollar la economía local” y dará “apoyo logístico real al desarrollo científico de los diversos programas antárticos internacionales”.

Cabe destacar las declaraciones de Richardson en enero de 2023 con respecto a América del Sur: “¿Por qué es importante esta región? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras poco comunes, tienes el triángulo del litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60 % del litio del mundo está en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile… Tenemos 31 % del agua dulce del mundo en esta región (…) A Estados Unidos le queda mucho por hacer, esta región importa, ya que tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro juego”. Y agregó que la región tiene “las reservas de petróleo más grandes, incluidas las de crudo ligero y dulce. Tienen los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro, y está la importancia del Amazonas como los pulmones del mundo”.

En ese marco, la Patagonia argentina reviste un especial interés para la gestión de Joe Biden. Allí, más precisamente en la provincia de Neuquén, se monta la Estación de Espacio Profundo CLTC-Conae, financiada por China y cuyo objetivo es investigación científica. Estados Unidos insiste en que esa base espacial tiene fines militares por parte del gobierno asiático, por lo cual sugiere al Estado argentino que “revise” el proyecto. Y también la gestión de Biden quiere desplazar a China en el eventual financiamiento de la construcción del Polo Logístico Antártico fueguino.

Además de Richardson, el propio embajador Stanley se viene encargando de manifestar los intereses estadounidenses en el país. “Me sorprende que la Argentina permita que las fuerzas armadas chinas operen en Neuquén”, había declarado ante medios como La Nación, lo que motivó una respuesta diplomática de la embajada china en Buenos Aires.

En línea con esa visión, Milei finalizó su discurso reiterando lo que ya había manifestado en enero en el Foro de Davos: “Occidente corre peligro por apartarse de las ideas de la libertad, la defensa de la vida y la propiedad privada”, afirmó. Y agregó que estas reuniones con altos funcionarios estadounidenses son “el comienzo de una relación especial entre ambas naciones, que permita que el árbol de la libertad extienda sus raíces a todos los rincones del planeta, para que ningún ciudadano del mundo sea sometido nunca más a los arbitrios de dictadores, autocracias, fanáticos religiosos o del comunismo”.

En el discurso leído por Milei no se mencionó el reclamo de soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. Algo llamativo en estos días en los que se cumplieron 42 años del comienzo de la guerra de 1982, en la que precisamente Estados Unidos, liderado por Ronald Reagan, cerró filas con la Gran Bretaña de Margaret Thatcher para impedir toda posibilidad de recuperación de ese territorio austral por parte de Argentina.

Apenas hubo un gesto simbólico sobre Malvinas en el acto. Fue cuando se entonaron las estrofas de la Marcha Malvinas por parte de las tropas presentes en la base naval. El Presidente dejó de cantar a la segunda estrofa.

Fuente: LID.