Con profundo dolor, llanto y angustia, familiares, amigos y vecinos de Lucas González, el joven de 17 años que fue asesinado de un balazo en la cabeza por policías de la Ciudad de Buenos Aires que lo interceptaron cuando se trasladaba con tres amigos en un auto por el barrio porteño de Barracas luego de un entrenamiento de fútbol, participaban esta tarde de dos movilizaciones para pedir «justicia» por el asesinato. Los tres efectivos que participaron del operativo formaban parte de la brigada de investigaciones de la Comisaría Vecinal 4D, del barrio de Barracas, cuyos integrantes patrullaban vestidos con ropa de civil y en automóviles sin identificación.
Los manifestantes se enteraron mientras participaban de ambas convocatorias del fallecimiento del joven, ocurrido pasadas las 17.45, y se extendieron las muestras de dolor.
Una de las marchas se realizaba en el hospital El Cruce de Florencio Varela donde, el joven permanecía internado desde la madrugada en gravísimo estado y en la que se hallaban los padres, familiares y decenas de amigos, todos adolescentes, muchos de los cuales eran también futbolistas.
«Personal de la Policía de la Ciudad culpables», «Justicia por los pibes», «Que paguen los culpables, tenía toda una vida por delante, justicia por Lucas González» y «Basta de gatillo fácil» fueron algunos de los carteles que esta tarde llevaron los manifestantes pasadas las 17, cuando comenzó la marcha.
«Es un pibe buenísimo, es imposible que hayan hecho lo que dice la policía», dijo un joven que dijo tener 17 años y que también es futbolista, al igual que Lucas.
Cerca de las 17.45, los padres de Lucas fueron convocados por las autoridades del hospital y en ese momento les confirmaron que su hijo había fallecido como consecuencia de las lesiones que le provocaron los balazos.
«Lucas se levantó, vino a entrenar como todos los días con el sueño de llegar a primera, termina el entrenamiento y se está yendo a la casa con los amigos tranquilos y pasó lo que pasó», dijo entre lágrimas Camilo, amigo de la víctima.
El joven afirmó que los interceptó un «auto de civil y nunca dijeron ‘soy policía’, los persiguieron y ellos pensaron que los querían robar, les dispararon de la nada».
«Lucas era un pibe muy bueno, muy alegre, es injusto todo lo que está pasando a él y a la familia», expresó el muchacho, quien desmintió la versión de la Policía sobre que iban armados.
Por último, Camilo aseguró que su amigo tenía «el sueño de ser jugador de primera» y vinieron «unos hijos de puta para hacerle lo que le hicieron».
«Encima después te quieren embarrar diciendo que era un delincuente, que era un ladrón y nada que ver», concluyó.
En tanto, Facundo sostuvo que concurrió a la movilización en Barracas, frente a la plaza Iriarte, para repudiar «una nueva masacre policial» y para apoyar a la familia.
«Creemos que no debe haber encubrimiento, se tiene que investigar a fondo todas las responsabilidades por eso es importante que todos los vecinos se movilicen para reclamarle al Gobierno de la Ciudad que investigue a fondo y se condene a los culpables», dijo.
Por otra parte, en el hospital El Cruce de Florencio Varela también hubo decenas de jóvenes marchando para pedir «justicia» por Lucas.
«Nos dio mucha bronca de que lo trataron a él y a los compañeros como un delincuente y no es ningún delincuente», aseguró otro joven.
Fuente: Télam