Del haiku al fakiu, Angel Fulero, una gran sorpresa del rock magdalenense

Pablo Albornoz y Hugo Comparín produjeron durante el aislamiento pandémico un conjunto de canciones de cruda poesía y potente rock. El EP “Angel Fulero” es una producción autogestiva con letras de Albornoz e instrumentación y producción musical de Comparín que merece ser escuchada y difundida. Por ahora es un secreto que InformadorMgd comparte a través de estas entrevistas con sus artífices.


PABLO ALBORNOZ

– ¿Cómo nacen las canciones de Angel Fulero?

Pablo Albornoz: Angel fulero es un grupo de canciones con las que está hecho el EP que yo hice con guitarra criolla, son temas muy simples, con pocas notas, porque yo no soy músico, pero me gusta de vez en cuando tocar la guitarra y a veces componer algún poema con un poco de acompañamiento. Pero Huguito sí es un gran músico, nos conocemos desde hace más de 15 años. Tanto Hugo como mi amigo Nelson Fediuk me apoyaron mucho para llevar a cabo este disco.

– ¿De dónde sale el nombre?

Pablo Albornoz: El nombre viene de un librito que yo había hecho, que se llama Angel Fulero. Porque tengo cierta fascinación con los ángeles, tanto con los que están arriba como con los caídos también. Y un día había leído una definición de fulero que me gustó mucho: «cosa mal hecha». Eso me quedó en la cabeza. Y ahí surge esa imagen, la de un ángel mal hecho.

– Las poesías y las melodías iniciales son tuyas, pero en el disco hay una banda tocando

Pablo Albornoz: Huguito le pudo poner color y darles vida a esas canciones que ya tenían un espíritu, que ya tenían una especie de melodía. Y bueno, grabamos estas cinco y ojalá podamos más adelante grabar más.

Fue algo que surgió en la cuarentena, en el encierro. Lo pudimos hacer porque Huguito, respetando todo el tema del aislamiento, grababa las pistas, grabó todo: batería, bajo y guitarra… y cuando estaban listas me las pasaba por whatsapp, yo las escuchaba y ponía la voz, los coros y eso. De esa manera se hizo el disco.

– Ya publicaste varios libros de poesía ¿este es tu primer proyecto musical?

Pablo Albornoz: El rock fue mi primera pasión, a los 12, 13 años, y yo llegué a la poesía a través del rock. Escuchaba mucho a Los Redondos, Oktubre, escuchaba a The Doors y después leía entrevistas donde Jim Morrison nombraba a los poetas malditos, los poetas de la generación Beat y después iba investigando, consiguiendo libros de esos poetas, entonces para mí siempre hubo esa relación entre poesía y música, que son cosas que cuando se juntan son mucho más poderosas.

Cumplí en junio 42 años y si bien publiqué libros nunca había grabado algo, no me había animado nunca. Ahora la idea, el único plan, es grabar canciones, no hay un proyecto de banda ni nada eso.

Yo estaba tocando con The Sapos, con Milcíades Fediuk, Ferchú para los amigos, que es un gran amigo, y con sus hijos, tocábamos algunos temas que hoy están en este EP. Pero Huguito pudo plasmar bien lo que tenía en la cabeza. Con The Sapos hacíamos una onda más tipo Black Sabbath que es otra banda muy importante para mí, pero en este disco como que estaba la idea que sean canciones bien simples, cortitas, sin solos de guitarra. No descarto que aparezcan en otras grabaciones pero como concepto en este dísco me gustaba que fuera algo bien directo.

– ¿Qué espacio ocupa la poesía en tu vida?

Pablo Albornoz: Qué puedo decir sobre la poesía… Yo hace mucho que escribo ¿viste?, es como que tengo esa necesidad y es mi forma de sacar afuera todo lo que tengo, de esa manera. A veces incluso me digo a mí mismo que tengo que parar de escribir, porque no puedo evitar hacerlo, y me pasó antes de hacer el disco de escribir mucho, hice muchos libritos en pdf para compartir, para regalar, en estos días así que fueron y siguen siendo difíciles, pero la idea sería armar un libro único para el año que viene, pero ese sería un proyecto más a largo plazo.

No tengo mucho apuro con eso, es como que siento que le pongo mi cuerpo la poesía ¿viste?, como que pongo todo ahí. Entonces como que tengo que dejar que pase el tiempo y poder leer a mis poemas como si fueran de otro, para estar seguro de cuáles llevar al papel.

En papel he publicado, he publicado Restos de Fe en 2013 en Ediciones de la Eterna, publiqué Osario y Pueblo de Sapos en Ediciones Al Filo, en 2018. En estos meses espero laburar en un libro único reuniendo lo mejor de lo que ya publiqué junto a algunos poemas nuevos, eso haría.

– ¿Qué es el dibujo de la tapa del disco?

Pablo Albornoz: La tapa del disco es el hexagrama 48 del I-Ching, El Pozo. El I-Ching, o Libro de las Mutaciones, es un horáculo chino muy antiguo que suelo consultar.


HUGO COMPARÍN

– ¿Cómo surgió la «sociedad artística con Pablo?

Hugo Comparín: Nosotros, con Pablo, hace como 15 años que nos conocemos, que nos tratamos, habitualmente, y apartir de ese momento, desde que empezamos a compartir información, libros, nos dimos cuenta que tenemos un camino que nos une, que es el de la búsqueda, el de la búsqueda infinita.

Desde ahí empezamos a compartir, él desde el lado de la poesía, yo también escribo poesía y canciones de toda la vida, siempre para mí. En aquel momento ya empezamos a experimentar algunas grabaciones, con letras que tenía él, y algunas armonías, algunos acordes que le ponía a sus letras y desde ahí armaba una idea de canción, un mapa digamos.

– ¿Sos el músico y productor de todo el disco?

Hugo Comparín: Yo grabo música desde hace 25 años, en principio me grababa en forma casera, y hoy ya con el estudio, el equipamiento y una formación más profesional. Yo lo hablaba con Pablo esto el otro día, siento que lo que hacemos es una continuidad de eso.

Lo mismo con Nelson. El gran motivador de esto es Nelson Fediuk, el gran empuje de que esto se pueda realizar.

Pablo me propuso hacer este proyecto. Él tenía bastante delineadas sus canciones, con esa manera de trabajar que tiene, y yo fui trabajando en lo que son los arreglos y lo que es la producción de los temas.

– ¿Tocaste todos los instrumentos?

Hugo Comparín: Pablo me pasó sus canciones y yo fui elaborando una instrumentación, que en este caso son dos guitarras, bajo y batería, “la banda”, digamos, sería esa. Una vez que tuve en claro cada una de las canciones las fui laburando individualmente, grabando todo yo, con instrumentos reales. Toco la batería, el bajo, las guitarras también las toqué. Luego empecé a trabajar en lo que es la mezcla, la producción y luego la masterización.

Una vez que tenía las pistas bastante trabajadas ahí lo invitaba a Pablo para que venga y grabe sus voces. Como para que él a la hora de plasmar su voz tenga un contexto emocional y artístico que los sustente para su interpretación.

– ¿Estás contento?

Hugo Comparín: Para mí quedó bastante lindo, lo disfruté mucho y me conectó con esa energía que había entre Pablo, Nelson y yo. Básicamente lo mismo que siempre hicimos pero desde un lado más serio, si se quiere.