La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, afirmó que la modificación en la alícuota del IVA para la leche, que contempla el proyecto de ampliación del Presupuesto nacional enviado al Congreso, procura corregir «el desorden que generó la quita del IVA por decreto» en el gobierno de Mauricio Macri, y enfatizó que «no hay ninguna razón» para que el precio del producto «suba», ya que la baja de IVA impacta sobre la casi totalidad de las leches de consumo masivo, todas aditivadas.
«Todo lo contrario; estamos bajando el IVA. El precio de la leche no tiene que subir», sostuvo la funcionaria de la cartera de Desarrollo Productivo en declaraciones formuladas a Radio Nacional.
De esta forma, Español se refirió a la reducción en la alicuota del IVA a la leche del 21% al 10,5% incluida en el proyecto de ampliación del Presupuesto, que será analizada hoy, entre otros puntos, por la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados.
La modificación apunta a que la leche fluida, que hasta el momento está exenta de IVA pase a 10,5%, mientras que la leche con aditivos, que está gravada al 21% bajaría a 10,5% y se unificarían en una única alícuota.
«Hoy la mayor cantidad de leche que se consume es con aditivos, son todas las leches presentes en el comercio minorista y pagan un IVA de 21%. Sin aditivos, está exenta pero es un tecnicismo porque no se considera al consumidor, pero el 21% lo paga el resto de la cadena», enfatizó Español.
Luego de las elecciones PASO del año pasado, el gobierno de Mauricio Macri eximió del IVA mediante el decreto 567/2019 a catorce productos de la canasta básica alimentaria, entre ellos la leche, medida que venció el 31 de diciembre de ese año.
En sus declaraciones radiales, Español recordó que esa medida de la gestión de Cambiemos «buscaba supuestamente bajar los precios y el IPC de agosto fue de 4,5% y la suba de los alimentos fue más o menos la misma», con lo cual «la baja no se constituyó».
«Para reordenar todo ese desorden, el 1 de enero de este año se reintegró el 21% de IVA a la leche y, en este momento, lo que estamos haciendo con la gran mayoría de las leches que se compran en las grandes bocas de comercialización es pasar el IVA de 21 a 10,5%; eso es lo que se está enviado al Congreso en este proyecto», precisó la secretaria.
En enero, al reincorporar la alícuota de 21%, el Gobierno llegó a un acuerdo con supermercados y almacenes y productores de alimentos para que absorbieran parte del impuesto y en el caso de la leche el precio se mantuvo sin cambios, y productores y supermercados absorbieron la diferencia.
En tanto, a fines de abril se estableció un régimen de compensación para supermercados y almacenes a través del Decreto 418/2020 para lograr la estabilidad de los alimentos lácteos hasta el 30 de junio.
De acuerdo con fuentes oficiales, la decisión del gobierno de Macri «se realizó por decreto y sin hacer partícipe a los sectores y fue cuestionable, se incurrió en un error conceptual e instrumental que no sólo impidió que el precio a los consumidores efectivamente baje, sino que generó problemas muy grandes para las empresas del sector comercializador».
Según estimaciones oficiales, la medida tiene un costo fiscal estimado de $1.800 millones de pesos por año.
Sin embargo, el precio de la leche no bajó porque «las empresas comercializadoras siguieron comprando la leche a los productores y esa compra les fue generando un creciente crédito fiscal a su favor, que no podían descargar en los consumidores justamente por la exención de IVA».
Explicaron que «en lugar de bajar los precios, los comercios trasladaban ese crédito fiscal al precio final de la leche ya que, para ellos, se trataba de una pérdida financiera».
A partir de lo propuesto en el proyecto de ampliación del Presupuesto 2020, los comercios podrán «volver a descargar todo ese crédito fiscal acumulado en sus balances, motivo por el cual el precio final que soportan las familias será exactamente el mismo una vez que entre en vigencia la medida», precisaron las fuentes.
Otro vocero del Gobierno, por su parte, recordó que la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva implementó un monto de hasta $700 por mes para la población de menores ingresos, en concepto de devolución de IVA.
«Por ese emotivo -explicó la fuente- toda persona que cobra una jubilación mínima, AUH o AUE, si paga con su tarjeta de débito y compra leche (además de otros productos básicos), recibe la devolución por parte de la AFIP».
El director de Focus Market, Damián Di Pace, señaló que «el comercio tiene compensación por el 21% del IVA para que no llegue al consumidor final; ahora lo que se plantea es que el comercio pague 10,5% y la industria el otro 10,5%».
Consideró que esto «tiene que ver con que hay un déficit fiscal enorme y sacarle un peso al Estado» y explicó que «cada aditivo genera un valor agregado que hace que el precio de leche sea mayor», por lo que detalló que en el mercado hay leches que van «de 43 a 67 pesos».
«Hay una diferencia importante por marcas, precios cuidados y aditivos», apuntó.
Di Pace analizó que «en Argentina la realidad es que los incentivos a la producción de leche son muy bajos» y que «desde 1999 hasta ahora hay el mismo volumen de producción».
La confusión fue provocada por la reacción de diputados de Juntos para el Cambio y su difusión en todos los medios opositores, que presentaron una baja en el IVA como si fuera una suba, y anunciaron un «aumento de la leche en plena pandemia».»El gobierno de los Fernández acaba de ingresar el proyecto de ampliación presupuestaria, donde propone eliminar la exención de IVA a la venta de leche en polvo y fluida, entera o descremada, llevándola del 0% al 15%, lo cual impacta en el precio al consumidor final», tuiteó Luis Pastori, miembro de la Comisión de Presupuesto de Diputados.
Otro tanto hizo el diputado radical por Formosa y ex ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, al declarar que «ahora va a haber un aumento del precio en el sachet de leche fluida, por más que digan que no, y la leche aditivada, que compra la gente que tiene más recursos, va a bajar el precio teóricamente», dijo en diálogo con una radio de Buenos Aires, ignorando que las leches de consumo masivo son todas aditivadas.