Este miércoles se cumplen 10 años de la sanción de la «Ley de Matrimonio Igualitario», la modificación del Código Civil y Comercial de la Nación que permitió el casamiento entre personas del mismo sexo. InformadorMgd habló con Fabio Hernán Lappano, protagonista junto a Máximo Ricardo Boga del primer «matrimonio igualitario» en Magdalena.
Como las mejores fiestas de casamiento, el debate en el Senado de la Nación por el matrimonio igualitario empezó un mediodía y terminó a la madrugada del día siguiente. El 14 de julio de 2010 comenzó un debate histórico que concluyó con la votación aprobatoria, a las 4 de la mañana del 15 de julio, del proyecto de modificación del Código Civil que había tenido su despedida de soltero el 5 de mayo con la media sanción de la Cámara de Diputados. Se cancelaba así una de las tantas deudas pendientes de la Democracia argentina: el reconocimiento de los derechos conyugales a integrantes de parejas del mismo sexo.
El 30 de marzo de 2012 en el Registro Civil de Magdalena se realizó el primer casamiento entre dos hombres en la historia del distrito, sus protagonistas fueron los docentes y directores de escuelas secundarias en Bavio y Magdalena, Fabio Hernán Lappano y Máximo Ricardo Boga.
InformadorMgd mantuvo una charla con Fabio acerca el aniversario de la conquista del derecho que pudo ejercer con quien hoy es su esposo, Maxi.
InformadorMgd: ¿Cuál es tu reflexión sobre los 10 años del «matrimonio igualitario»?
– Fabio Lappano: Transcurridos diez años desde la sanción de la Ley que modificó el Código Civil estableciendo el matrimonio como derecho universal, muchas otras han sido las luchas populares que generaron avances en la construcción de una sociedad libre, sincera y abierta.
Se han dado cambios, antes impensables, a nivel del imaginario social y en las prácticas cotidianas. Sin embargo, es larguísimo el camino que aún queda por recorrer. La persistente violencia machista, extremada en un creciente número de femicidios, el aval silencioso de las autoridades del anterior ciclo político a la violencia homofóbica, la avanzada de los fanatismos religiosos contra la Educación Sexual Integral y los Derechos Reproductivos de las mujeres, entre otras cuestiones propias del hierro patriarcal que golpea las almas y los cuerpos nos indican que, celebrando los triunfos en el tiempo que corresponde, nada está cerrado.
La sociedad de clases, caracterizada en la dominación del capital por sobre todas las cosas se reproduce en todas las desigualdades aún vigentes. Un mundo que merezca ser vivido se diseña con leyes pero se construye con luchas.
IMgd: ¿En qué cambió tu vida la modificación legal?
F.L.: La vigencia de la modificación del Código Civil agregó al cotidiano de nuestras vidas una inexplicable, y hasta absurda por lo novedosa, sensación de «legitimidad» frente al resto de la gente.
La preocupación y las ganas siguen estando puestas en que en lo inmediato y para el futuro ningún pibe ni ninguna piba ni nadie tenga que ocultar o reprimir o explicar nada en referencia a sus sensaciones y sentimientos.